Parece que el llegar a los campos primaverales con unos kilitos menos se ha vuelto una religión entre los peloteros criollos, que a excepción del algo robusto Carlos Silva, aprovecharon el receso de temporada para ponerse en línea.
Aníbal Sánchez es el nuevo militante de esta religión “cero grasa” luego de presentarse al complejo primaveral de los Marlins de Florida en la localidad de Júpiter, con casi siete kilos menos de los que ostentaba al final de la zafra pasada, lo que sin duda tiene muy contento tanto al cuerpo técnico como al propio tirador maracayero.
Sánchez, quien el año pasado realizó 16 aperturas con los peces luego de salir del karma de las lesiones, contrató a un nutricionista acá en Venezuela, quien lo ayudó a perder peso en la postrimería del 2009, cuando hay mas tentaciones alimenticias a la mano debido a las fiestas decembrinas.
“Yo comí mucho, lo que pasa es que comí sano”, comentó el derecho que cuenta en su currículum con un juego sin hit ni carrera en las mayores. “Tuve una dieta repleta de mucho pollo, un montón de pescado, así como bastante pavo”, explicó.
A pesar de la acción positiva del nativo, el mánager Fredi González advirtió que nunca se le exigió a Sánchez tomar dicha medida. “Estoy mucho mejor ahora, porque puedo entrenar más, mis rodillas no duelen”, soltó Sánchez, quien tiene una buena opción para comenzar la temporada en la rotación detrás de Josh Johnson y Ricky Nolasco.
“Mi espalda no duele. Cuando yo era (más pesado), me hacía daño en las rodillas, en los tobillos. Ahora estoy bien, no me duelen”, agregó.
Vía: Líder
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