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«El Potro» le pidió a La Chinita el título para las Águilas

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Antonio Álvarez afirma que respeta el uniforme rapaz.

Antonio Álvarez afirma que respeta el uniforme rapaz.

Una de las primeras impresiones que te da Antonio Álvarez al verle practicar con las Águilas del Zulia, equipo en el que se encuentra en calidad de invitado, es que aún conserva ese mismo deseo por jugar al beisbol que mostraba cuando daba sus primeros pasos con los Leones del Caracas a finales de la década de los noventa.

El patrullero corre, batea y hace los ejercicios acompañado de los más noveles peloteros de los rapaces y pese a saber que es una figura pública gracias a la fama que ha alcanzado con la música, no tiene esas ínfulas de estrella, por el contrario intenta que ninguno de los dos mundos choquen una vez que cruza los umbrales de las rayas de cal.

«Como en los últimos tres años, vengo a demostrar que merezco una oportunidad. Por poco más de seis meses estoy inactivo del beisbol, ya que no tengo ninguna organización fuera, pero tengo un hambre por jugar que aún me motiva a seguirlo intentando», destacó de entrada el ex grandeliga y cantante luego de su primer entrenamiento con los marabinos en «La Granja», complejo perteneciente a la familia Machado y en el que el equipo tuvo sus primeras prácticas mientras reacondicionaban el estadio Luis Aparicio «El Grande», de Maracaibo.

«Sé que no tendré el mismo papel del año pasado, el cual considero me fue muy bien, pero no deseo que la gente tome eso como una referencia, sino que evalúen mis condiciones y decidan si puedo ayudar al equipo ya sea con el bate, como cuarto jardinero o corriendo».

No obstante, el caraqueño, que ha tenido pasantías con el Caracas, Magallanes, Caribes, Tiburones, Cardenales y Pastoras (estos últimos dos como refuerzo) confesó porqué pese a que ya se ha hecho un nombre en la música sigue intentando mantenerse activo en el beisbol.

«No deseo darle la espalda a lo que me ha dado todo en la vida. El beisbol es mi pasión. Lo juego porque lo siento en el alma. He roto muchas expectativas con la música, pero es el beisbol lo que me ha dado infinitas satisfacciones, como el llegar a grandes ligas o el poder volver a jugar después de dos años inactivo, como ocurrió con Caribes de Anzoátegui», espetó con una sonrisa en el rostro.

«Además, el tener la oportunidad de experimentar jugar con equipos que en el comienzo de mi carrera no imaginé que estaría defendiendo también es algo que me motiva. Yo nunca me planteé ser un jugador franquicia, sino como alguien profesional, que es capaz de ponerse cualquier camiseta y hacer el trabajo. Esto para mí no es un juego, yo no me enamoro de una organización, sino que trato de respetar la camiseta que esté utilizando. Además, es muy bonito sentirse querido por clubes que aún creen que hasta como emergente puedes serle útil. La música cada vez me exige más, pero creo que consideraré seguir jugando hasta que un día yo vea que no logro aportarle nada a un equipo. Eso sería lo único que haría que me apartará del juego», añadió Álvarez mientras dio su visión de las Águilas que a partir de este miércoles estarán en los terrenos de la LVBP intentando mejorar su actuación de la 2010-2011, en la que finalizaron igualados en el primer lugar de la clasificación con los Leones.

«Jugar con las Águilas este año sería un honor para mí. Ellos son un equipo con el que van a tener que contar. Vamos a tener desde temprano a (José) Pirela a (Ernesto) Mejía y a una serie de muchachos que el año pasado dieron sus primeros pasos, cuando clasificamos de primero al Round Robin, pero que esta vez tienen un año más de recorrido en la pelota y de seguro vendrán a querer mejorar la actuación de la temporada pasada», explicó.

«Yo pienso más que todo en lo colectivo y viendo a este equipo creo que son ganadores y si yo puedo poner un poquito de mis habilidades para contribuir a cumplir ese cometido, lo haré».

Sólo quiere jugar. En buena parte de su carrera en Venezuela, «El Potro», como también es conocido el jugador siempre fue regular; sin embargo, en los últimos años pasó a ser un jugador del banco y ese cambio parece no disgustarle.

«Adaptarse (a ser suplente) es algo importantísimo. Te obliga a estar pendiente de lo que está pasando en el juego y a estar siempre listo. En el quinto o sexto inning uno debe siempre estar consciente que en cualquier momento te pueden llamar para que salgas a tomar un turno o a correr. Es una manera completamente distinta a como estaba acostumbrado a ver el juego, pero me gusta», expresó.

«Aunque, en las últimas dos campañas siempre empecé como un jugador del banco y terminé jugando bastante. Eso demuestra que el trabajo de acondicionamiento que tomo durante el receso de temporada y la experiencia que tengo me dan la oportunidad de seguir rindiendo en esta liga que es muy competitiva».

Y como todo pelotero, Álvarez se ha establecido algunas metas en caso de lograr hacer el equipo que dirigirá Mako Oliveras. «La meta es llevarlos al campeonato e ir a la Serie del Caribe con un equipo contendor. Se lo pedí a La Chinita cuando llegué, porque en los últimos dos años antes de incorporarme a los entrenamientos he pasado por la Basílica y oro para que me vaya bien a mí y al equipo. Aparte me gusta pedirle su bendición para que me mantenga sano, porque yo tiendo a lesionarme mucho por mí manera de jugar. Yo me entrego en el terreno y siempre pienso que será mi último juego de mi vida, porque realmente no sé si será el último de mi vida también».

Por: Ismael Granadillo/El Nacional

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