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Cabrera: «Uno no está aquí para ser el mejor venezolano»

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Miguel Cabrera se ha consolidado como el líder de Detroit.

Miguel Cabrera se ha consolidado como el líder de Detroit.

El lunes por la noche los Tigres de Detroit vencieron 3-1 a los Yanquis de Nueva York y Miguel Cabrera dejó boquiabierto a Yankee Stadium al sacar por el jardín derecho, ante una slider bajita y afuera de Joba Chamberlain en la alta del noveno, su 28º jonrón de la temporada.

La enésima muestra de poder en la carrera del pelotero venezolano, sin embargo, no fue lo que más llamó la atención del mánager Jim Leyland. Fue una acción bastante más “terrestre”.

Cabrera inició el quinto acto con un suave rodado hacia Derek Jeter. El campocorto debió correr hacia adelante y disparar en plena carrera. Su tiro fue desviado y el criollo, que salió tan rápido como pudo, llegó quieto.

“Claro que me di cuenta y por eso le hice una señal con la mano cuando volteó al dogout”, dijo Leyland al día siguiente. “Quería hacerle saber que me gustó eso. Si él no corre así, es out”.

Cabrera ha bateado toda su vida. Desde el primer día que llegó a las Grandes Ligas no ha parado de hacerlo.

Con un average de .340 (2º en su liga), un promedio de embasado de .433 (1º), slugging de .649 (1º) 84 anotadas (4º) y 100 fletes (1º) estaba redondeando una temporada de ensueño. Y con 31jonrones está en el segundo escaño.

Pero Cabrera es el primero en confesar que siempre le había faltado un grado de madurez. Dentro y fuera del terreno. Y siente que ahora la ha conseguido. “Son cositas como tirar ese extra que uno puede tener”, dice Cabrera durante una conversación en el clubhouse de los Tigres en Yankee Stadium. “Uno como pelotero tiene sus límites. Si uno puede trabajar más y empujarse más, puedes hacer las cosas mejor”.

“Uno tiene que ‘josear”, cuenta de la citada carrera a primera. “No estábamos jugando bien la semana pasada y en jugadas así uno tiene que hacer lo que sea para ver si pasa algo. Eso incentiva a los demás”.

“¿Qué crees tú qué piensan los demás cuando ven a Miguel, la estrella de nosotros, corriendo un podrido así en el quinto inning?”, se preguntó el infielder Ramón Santiago. “Eso es una muestra de que él quiere ser un líder. Está más enfocado que nunca. Sabe que tiene una responsabilidad aquí, que no es cualquier jugador”.

Aprender a la fuerza

Cabrera no esconde que parte de sus mejoras en el campo tienen que ver con cambios que nacieron fuera del terreno. A finales de 2009 protagonizó un desagradable episodio al llegar ebrio a su casa y enfrascarse en un fuerte altercado con su esposa. Fue la gota que derramó el vaso.

Tras meses de terapia profesional, el temible toletero se considera una mejor persona.

“Siempre dicen que uno no lleva el trabajo a la casa y no llevas la casa al trabajo. Pero sí, afuera estoy más concentrado en lo que yo quiero”, revela el cuarto bate. “Me ha ayudado mucho a que llegue todos los días a jugar duro. Me siento físicamente mejor y creo que esa ha sido una de las grandes diferencias que he notado”.

“Independientemente de si me voy de 4-0, o estoy en slump, voy todos los días a dar el 100%. No es que me voy de 3-0 y me siento mal, o me voy de 4-4 y me siento bien”, ahonda en su punto. “Estoy siempre en el mismo nivel y estoy contento con el trabajo que estoy haciendo, así no me vaya bien”.

“Con los años vas agarrando más experiencia, vas mejorando como bateador y como pelotero”, añade Cabrera. “Tratar de concentrarme cuando estoy abriendo inning, cuando no tengo hombre en base, que uno siempre dice: ‘Bueno, no tengo gente en base, vamos a tratar de tirar un jonrón. En vez de concentrarte ahí en el turno, hacerlo sencillo y hacer buen contacto con la bola”.

Su coach de bateo, Lloyd McClendon, también ve cambios en el venezolano. “Está un poco más enfocado y un poco más determinado, particularmente, por lo que pasó a finales de la temporada pasada”, destaca el técnico. “Creo que está tratando de dejar todo eso detrás y ser más un líder en el terreno. Sus números hablan solos”.

“Ha sido consistente durante toda su carrera, pero este año ha sido bastante especial”, dice Carlos Guillén, compañero y amigo de Cabrera en Detroit. “Estoy contento por su madurez y dedicación. Es de admirar”. Guillén, como Leyland, no se refiere sólo a jonrones y empujadas.

Está desprotegido y viendo puros pitcheos malos

Las lesiones de Magglio Ordóñez y Carlos Guillén han dejado desprotegido a Miguel Cabrera en el lineup, vulnerable ante el mejor antídoto que han encontrado los rivales: no lanzarle. Este año el maracayero se convirtió en el venezolano con más boletos intencionales de por vida, 120 hasta el miércoles.

“Eso es parte del juego, por la situación que estamos pasando ahorita, pero eso va a cambiar”, dice Cabrera, que ha recibido 71 pasaportes en 2010. Su tope en un año son 86. “Es un bateador mucho más maduro y sabe lo que está pasando. Los equipos no le lanzan mucho”, cuenta el coach de bateo, Lloyd McClendon. “Y si quieres ser mejor bateador, tienes que saber reconocer eso”.

“Si es intencional, te hacen un favor más”, dice Cabrera de los boletos, “porque cuando te lanzan alrededor tuyo, que te tiran una bola por el piso, otra arriba, ahí es donde uno puede desesperarse un poquito más. Es cuestión de adaptarse”.

“Creo que eso es un test para Miguel”, dice Jim Leyland. “Saber expandir la zona de strike un poquito, pero no demasiado. Saber a cuál pitcheo en bola puedes conectar bien y con cuál te vas a hacer out. No es fácil hacer eso cuando te están lanzando a 95 millas por hora. Está creciendo en ese departamento”.

Mejor que Galarraga

Al sacar sus cuadrangulares 29 y 30, Cabrera superó a Andrés Galarraga como el venezolano con más campañas de al menos 30 bambinazos. Tiene seis de esas zafras. Sólo que otra derrota de los Tigres le amargó cualquier intento de celebración.

“Mientras tú estás perdiendo la gente nunca ve esos números particulares”, dijo Cabrera. “Personalmente, es algo que siempre tiene en mente. Aunque creo que te valoran más si ganas. Son cosas personales, y a mí siempre me ha gustado ganar. Uno no está aquí para ser el mejor venezolano”.

Por: Efraín Ruiz/Líder

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