Jorge Urribarri, del comité deportivo de Águilas, cree que les falta suerte. Foto: Líder
Si Buddy Bailey y la directiva de los Tigres de Aragua de la pasada década cogieron fama de brujos por sus selecciones en el draft de sustitutos para el round robin, las Águilas del Zulia de los últimos seis años han forjado, hasta los momentos, una reputación completamente antagónica a la de los bengalíes.
A pesar de ser el único equipo de la LVBP en clasificar a la postemporada en las últimas seis campañas, los rapaces no han logrado el pase a la final en ninguna de esas oportunidades en parte, por haber corrido con la peor suerte a la hora de seleccionar a los refuerzos en el día del draft de sustituciones.
El bateador promedio refuerzo de las Águilas en los últimos seis campeonatos de todos contra todos, batea para un anémico .202 de AVG y un todavía peor OPS de .528 en 369 turnos (337 apariciones legales), Entre todos se han combinado para sacar solo cuatro pelotas del parque y remolcar apenas 35 carreras.
El average colectivo es, por lejos, el peor que han mostrado los refuerzos de cualquier equipo en ese tiempo y es, según el mánager Luis Dorante, una de las principales causas por las cuales la novena no parece dar pie con bola en la postemporada.
“Este año, por primera vez, estuvimos todos involucrados en el proceso de selección. Cuando digo todos digo coaches, directiva y mi persona. Anteriormente, el día del draft no me quitaba el sueño, pero me di cuenta que es un día importante para tapar las carencias del equipo. Lamentablemente este año escogimos a un bateador (Oswaldo Arcia) que no estuvo con nosotros en la primera semana y que actualmente está fuera de ritmo. Ese también fue el caso de Luis Maza quien, por lesiones, lo terminamos agarrando como cuarta sustitución y tampoco tiene el ritmo porque estaba en su casa descansando”, afirmó el mandamás refiriéndose a dos paleadores que tenían, hasta antes del juego de ayer, solo cinco hits en 23 turnos entre ambos.
Pero el fenómeno supera a Dorante. El estratega está en el equipo desde la campaña 2012-13 y los refuerzos aguiluchos ya tenían rato sin rendir cuando tomó las riendas de los rapaces.
Jorge Uribarrí sin embargo, sí puede contar con detalle lo que ha sucedido en estos tiempos el día de la selección. Como asesor deportivo desde la zafra 2007-08, el ejecutivo culpó a la naturaleza indescifrable del beisbol y asegura que han intentado “de todo” para seleccionar a las piezas idóneas para la novena y la mayoría, pues no ha funcionado nada bien.
“Recuerdo la vez que seleccionamos a Alcides Escobar: venía de ser casi que campeón bate, era el jugador que todos querían y el hombre con nosotros, sencillamente, no bateó. Ahí no podemos hacer más nada. Eso es pura suerte. Así es el beisbol”, opinó el ejecutivo subrayando un caso en el que un bateador que exhibió .313 de AVG en 125 turnos en la temporada regular de la 2011-12 con los Cardenales de Lara, luego conectó solo 8 hits en 41 turnos al uniformarse de los marabinos en aquella postemporada.
Casos como ese, según Uribarrí, han sido la regla y por ello, no puede arrepentirse.
“Estamos, eso sí, estudiando y aprendiendo. Esperemos que en el futuro la suerte nos sonría”, culminó el gerente.
Pitcheo decepciona
La pobre actuación de los refuerzos de las Águilas del Zulia en los últimos 6 años no exime a los lanzadores. Los brazos seleccionados por la gerencia rapaz para blindar al equipo en el round robin muestran una efectividad de 5.36 en 134.1 tramos.
Ese promedio palidece ante las cifras que muestran equipos como los Navegantes del Magallanes (3.38 en 106.1 tramos). “Este año escogimos a Raúl Rivero, un pitcher que sabe lanzar en esta liga y tampoco hemos tenido suerte. Jason Lane ha logrado llegar hasta el quinto, pero no ha podido llegar más allá. Esa es la historia”, afirmó el mánager del conjunto occidental, Luis Dorante.
Por: Octavio Hernández/Líder
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