Omar Vizquel conversando con Enlapizarra.com en Lakeland. Fotos: Luis Párraga.
Omar Vizquel tiene estampa de Salón de la Fama. Muchos en los Tigres de Detroit se refieren a él como un futuro nuevo integrante de Cooperstown. El propio Miguel Cabrera le menciona como el próximo inmortal venezolano.
El excampocorto sonríe con el tema, pero no profundiza y tiene sus razones. “Ya yo hice lo que tenía que hacer dentro del terreno. Ahora me quedar seguir en mi camino dentro del béisbol, que ojalá y me conduzca a Cooperstown, pero es algo que ya no puedo controlar”, dijo con la confianza de saberse un buen candidato para estar en el pabellón de los más grandes de la pelota en el futuro.
Su hoy está con los bengalíes. Con ellos da continúa sus pasos como técnico en la gran carpa. Tiene una doble responsabilidad, muy grande por cierto, porque la reestructuración que tiene este equipo tendrá en él uno de sus responsables anónimos.
Como coach de primera base, Vizquel deberá ayudar a que este equipo de Detroit deje de producir carreras solo con el poder y se enfoque en la velocidad de sus piezas, mientras que como instructor de infield le toca pulir a un cuadro totalmente nuevo.
“Hemos trabajado muy bien en el Spring Training. El equipo tiene una cara diferente a la del año pasado, en la cual contábamos con pelotero de más poder, pero este año vamos a contar con una estrategia diferente para tratar de aprovechar la velocidad que tenemos en las bases y jugar el juego rápido en las bases”, admite y allí consigue sus primeras tareas cuando su equipo esté a la ofensiva.
Vizquel en sus funciones de coach de infield.
“No todas las carreras van a ser anotadas por jonrón, creo que la agresividad en las bases nos va a ayudar a ganar los juegos”, declara.
¿Y cómo va a aportar para ello? “He trabajado mucho sobre mi nuevo rol como coach de primera base, tengo que estar muy pendiente de muchos detalles para que el juego de correr de nosotros sea efectivo, tomar el tiempo de los lanzadores contrarios y dar información oportuna a los corredores que tendrán luz verde y cada uno de ellos ha tomado la iniciativa de mejorar en su corrido de bases y eso va a ser una buena alternativa”, explica en la puerta de vestuario de los Tigres en el campo de entrenamiento de Lakeland, Florida.
Su nuevo rol lo va tener ocupado también cuando estén a la defensiva. El cuadro interior de los Tigres en prácticamente nuevo. Solo repite Miguel Cabrera, quien pasa de la tercera a la inicial. Ian Kinsler viene de Texas, Nick Castellanos pasa de los jardines a la esquina caliente.
“Todos los días les he dado rollings y diciéndole los pequeños detallitos que nos van a ayudar como equipo, entre esos las jugadas de toques de bola y hacer las jugadas de rutina, que es lo que más nos preocupa, porque tenemos un tercera base que está haciendo la transición desde el outfield, nuestro campocorto titular se lesionó, (Ian) Kinsler es nuevo en el equipo y Miguel (Cabrera) está de regreso a la primera, por lo que creo voy a tener bastante trabajo en las primeras semanas de la temporada”, apuntó.
Con la lesión del cubano José Iglesias, los Tigres se quedaron sin shortstop. Probaron a varios jóvenes, entre ellos los criollos Eugenio Suárez y Hernán Pérez. También trajeron a Andrew Romine y nada. La situación llevó a que la idea de que Vizquel volviera al campo fuera pensada dentro del entorno del equipo de la ciudad motor.
“Estuve a punto de agarrar un guante”, dijo Vizquel entre risas. “Pero mi retiro ya fue anunciado y ya a los 47 años estar en el shortstop no es fácil, menos para un equipo que está llamado a ser protagonista”, aclaró más serio.
Para su beneplácito, los Tigres lograron hacerse de los servicios de Alex González, caraquista como él y quien se espera pueda jugar todos los días en la posición seis con solvencia.
Vizquel con todo lo que representa para el béisbol venezolano está en otra faceta y lo hace al lado del máximo exponente criollo en la gran carpa: Miguel Cabrera. El caraqueño lo disfruta.
Vizquel alabó el liderazgo de Cabrera en Detroit.
“Miguel ya ha demostrado todo lo que puede hacer, incluso el año pasado terminó una temporada que fue difícil para él, porque lo hizo lesionado y pudo echarse el equipo al hombro y esas son las cosas que uno ve en los peloteros ganadores. Cuando uno ve a un tipo con esa clase de liderazgo, todos los demás lo siguen y me da placer estar aquí compartiendo con él”, matizó el múltiple ganador de Guantes de Oro.
El proceso como técnico lo mantiene enfocado en su norte. “Son mis primeros pasos para lo que realmente quiero que es ser mánager de un equipo de Grandes Ligas. Poco a poco he podido entender mejor el juego y eso es lo interesante de ser un dirigente”, aclara, al tiempo que deja a un lado la opción de ser tomar un equipo en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional.
“Tenía pensado dirigir en Venezuela, pero ahora con este rol de coach de Grandes Ligas se me va a ser difícil que pueda integrar un equipo en Venezuela, porque el tiempo es limitado y ya los Leones del Caracas saben de estas decisiones, pero siempre voy a estar ligado al béisbol venezolano porque se aprenden muchas cosas”, apunta el ahora número 31 en Detroit.
Por: Gilberto González/@GilbertoGV
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