Ruben Nembhard aseguró que los zulianos están unidos.
Once campañas seguidas como refuerzo de Gaiteros del Zulia; cuatro designaciones de Jugador Más Valioso; un título y más de once mil puntos anotados en ese recorrido. Muchas millas de vuelo acumuladas, pero nada imposible para un piloto como Ruben Nembhard.
Él, lo resume en una palabra. «Es pasión. El baloncesto es mi vida», relata en español, idioma en el que se defiende bien, aunque prefiere el inglés.
Con 38 años y condiciones físicas envidiables, Nembhard dice que no hay secretos para el éxito, ese que le llevó a ser designado como Más Valioso de la temporada de 2010, distinción que ganó con anterioridad en 2000, 2003 y 2006.
«Solo me cuido mucho», asevera sin titubeos. «Cuando termina la campaña voy a casa y trabajo para llegar en forma al año siguiente. Empleo tiempo en las pesas, corro mucho, dos o tres millas al día. En la cancha hago sprints cortos, para mejorar la parte cardiovascular y fortalecer las piernas. Si no tienes fuerza en tus piernas, no haces nada».
El as del cinco zuliano explica que se siente en gran forma. «Estoy bien, sin lesiones, en plenitud de forma», confirma.
Dice que esta campaña ha sido especial, porque al inicio del año no se sabía si Gaiteros iba a salir para el torneo. «Había dudas, por las cosas que ocurrieron en 2009, las deudas, pero se arregló con la nueva directiva. Con un equipo humilde nadie creía en nuestras posibilidades, solo nosotros. Pero ahí está, clasificamos y ahora estamos en semifinales».
Nembhard siente respeto por Cocodrilos de Caracas, el rival. «Son favoritos. Tienen un gran club, un buen técnico, años jugando juntos, están engranados y unidos. Algo parecido a lo que ocurre en la NBA con los Lakers de Los Ángeles. Es complicado ganarles, pero nosotros también estamos unidos, no tenemos miedo, vamos a jugar y ver los resultados».
Este año, Ruben también tomó rol protagónico como líder. «Bueno, es que son 11 años ya. Algún día tenía que hacerlo con mis compañeros», dice entre risas, elogiando también el trabajo del grupo en la temporada.
«Estuvo a la altura. La llegada de Francisco Centeno nos ayudó. Es un gran jugador y persona, hablo muchas cosas con él para ayudarlo, tiene gran futuro, es un chico chévere».
Si se le pregunta por Maracaibo, responde de una. «Esa ciudad es mi amor. Me encanta su gente, la comida, los fans del club. Hace mucho calor, es cierto, pero al final te acostumbras a eso».
Por: José Rubicco Huertas/El Universal
