Miguel Cabrera cumple con una gran campaña.
Miguel Cabrera nunca había llegado al Juego de Estrellas con números tan buenos como los actuales. Sólo en los departamentos de anotadas, hits y OBP había tenido primeras mitades mejores. En cuanto a las estadísticas de la triple corona (average, HR, CI) la primera parte de 2010 no tiene comparación. Es abusivo su OPS (OBP +SLG) de 1.070, el mejor de las Grandes Ligas esta campaña.
Cabrera sabe que pertenece a la élite de los paleadores en Major League Baseball, lo reconoce, pero no por ello se relaja. Los medios de Detroit ya no saben qué preguntarle, así que en una reciente entrevista optaron por lo básico. ¿Qué te hace tan buen toletero, Miguel? ¿Cuál es tu secreto?
“Sé que soy un buen bateador, pero todos los días tengo que demostrarlo. En cada juego, cada turno, debo dar lo mejor de mí”, le respondió el venezolano a un periodista del Detroit Free Press. “Los mejores bateadores son consistentes. Por eso encaro cada turno como si fuera el último de mi carrera”.
Con chance de titularidad
Justin Morneau, elegido por los fanáticos como el inicialista de la Liga Americana, se vio impedido ayer, por segunda jornada al hilo, de jugar con los Mellizos, debido a un fuerte golpe en la cabeza que recibió durante el partido del miércoles.
En caso de que el canadiense no logre recuperarse para el duelo de luminarias, que se celebrará el martes en Anaheim, Miguel Cabrera abriría en el primer cojín y acompañaría a Martín Prado como otro de los criollos titulares en el clásico.
En la casa de los Angelinos, Cabrera tendrá la oportunidad de compartir con su ídolo, Albert Pujols, a quien intenta imitar cada día. “Pujols es un tipo que se toma las prácticas de bateo muy en serio. Una vez me dijo: ‘cuando hagas BP, imagina que estás en un juego real’”, comentó el nativo. “Y tiene razón, porque si eres indisciplinado en la práctica, también lo serás en los partidos”.
Por: Carlos Zambrano/Líder
Cabrera pasó la página
Miguel Cabrera conectó un monumental jonrón que empató el duelo en el noveno inning. Después de cruzar el plato, el toletero venezolano de los Tigres de Detroit apuntó con el dedo en dirección a alguien que estaba el martes en el graderío.
Unos segundos después, miró hacia el mismo lugar, inclinó la cabeza y sonrió antes de entrar en la cueva.
Al día siguiente, Cabrera se negó a confesar quién estaba esa noche en el Comerica Park. Quizás trató de que la historia no saliera del terreno.
«No se preocupen por eso», dijo Cabrera esta semana, según nota publicada en la página de Major League Baseball.
La realidad es que, al menos en esta mitad de la temporada, no ha habido otras razones para preocuparse por Cabrera. Esta semana marchaba como líder de la Liga Americana, con un promedio de .347 y 73 producidas.
Cerca del final de la campaña anterior, se involucró en una riña con su esposa y sufrió golpes y heridas en la cara. Era la madrugada de un sábado, y Cabrera dio positivo de alcoholemia antes de que el gerente general de los Tigres, Dave Dombrowski, lo recogiera en un cuartel policial.
Al comienzo de la pretemporada, Cabrera dijo a la prensa que había dejado de beber y que no extrañaba el alcohol. Durante la campaña, todo indica que se ha mantenido concentrado en el beisbol. «Me siento bien por lo que hago ahora con mi mente y con mi juego», dijo.
Por: Agencias
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