Johan Santana se mostró solvente en su primera apertura.
Cuando llegó al complejo primaveral de los Mets de Nueva York, a las 9:42 de la mañana, montado en su Mercedes Benz negro y vestido con un short oscuro y una chemise verde, Johan Santana sonrió al ver a la prensa esperándolo a las puertas del Digital Domain Park. El lanzador venezolano sabía que era él, con su primera apertura del spring training y la primera ante un conjunto de Grandes Ligas desde el 2 de septiembre de 2010, la figura del día.
“Sí, claro que había un poco de ansiedad por este regreso. Había esperado por esto tanto tiempo, que tuve que controlar las emociones y no dejar que tomen ellas el control. Desde que llegué estuve trabajando, haciendo mi rutina y parecía que la una no llegaba, pero al mismo tiempo estaba tratando de hacer todo bien y estar en plenitud de condiciones para salir. Una vez que cantaron play ball y lancé la primera pelota todo cambió y regresé a lo mío”, reveló Santana tras su presentación.
El zurdo, quien apenas fue visto por los aficionados de los Mets recibió una ovación, durante su tiempo en el clubhouse, previo a su actuación, estuvo saltando, hablando y bromeando con sus compañeros, antes de estirar sus músculo para salir a enfrentar a los Cardenales de San Luis.
La expectativa por el regreso de Santana al montículo no era solo de él, sino también de sus compañeros, fanáticos y medios, que enviaron a 13 fotógrafos a seguir su venezolano.
«Todos estamos pendientes de él, porque es un líder aquí, es un ejemplo para todos y cada vez que ha lanzado en este spring training se ha visto mejor», dijo Dave Hudgens, coach de bateo de los Mets y quien en su declaración contó con la aprobación de Ronny Cedeño.
El nativo de Tovar, estado Mérida, se sintió emocionado luego del trabajo, en el que lanzó los dos innings que tenía estipulados con solo 29 pitcheos, cuando contaba con un tope de 40.
“Estoy bastante contento de tener ya el primero fuera del camino, también por haber podido lanzar todos mis pitcheos y de ir poco a poco avanzando en la recuperación. Esto fue algo muy positivo”, dijo Santana.
En su trabajo el venezolano, quien confía en estar listo para el inicio de la temporada, tuvo algunos problemas para ubicar la sus pitcheos en la zona de strike, especialmente la slider, pero explicó que no era nada de qué preocuparse, que él cuenta con ese envío y que lo irá ajustando durante la postemporada.
El mánager de los Mets, Terry Collins, elogió a Santana por su trabajo y por la alegría que le dio al equipo y a los aficionados con su presentación de ayer.
«Fue bueno verlo lanzando así, ver la manera en que regresó. Obviamente esta es la primera vez y todavía lo puede hacer mejor, lo importante es que hoy se probó que está bien. Ahora hay que esperar a ver cómo estará mañana y durante toda la temporada. Este ha sido el mejor día del spring training y hay que disfrutarlo. Nos hacía falta un día así», dijo Collins.
Aunque en solo una ocasión alcanzó las 90 millas por hora –según la pizarra del estadio- y la velocidad promedio de sus envíos fue de 87 millas por hora, Santana no se preocupa por ello.
«El tema de la velocidad es algo que ahora mismo para está en un segundo plano. Creo que cuando tiene el control y el dominio de tus pitcheos y los puedes mezclar haces una diferencia y eso es importante. Tener dominio de la zona de strike, control de los pitcheos y mantener a los bateadores fuera de balance es lo más importante para mí a la hora de pitcher. Ahora bien, ¿qué si quiero tener más millas?, por supuesto, pero eso es algo que se lo vamos a dejar al tiempo», dijo Santana, quien confesó haber volteado un par de veces a la pizarra a ver su velocidad.
El coach de pitcheo de los Mets, Dan Warthen, tuvo un registro diferente de los pitcheos del venezolano.
«Estuvo muy bien. Estamos muy contentos, porque llegó a lanzar a 92 millas (por horas) y su promedio estuvo en las 90. Eso fue lo que registramos con nuestra pistola, quizás de la de la pizarra no está bien», dijo el coach.
Ahora Santana esperará hasta mañana para volver al montículo, en esa ocasión para realizar una sesión de bullpen, antes de regresar a lanzar el 11 de marzo en un juego frente a los Marlins de Miami, cuando se pondrá a prueba e intentará seguir demostrando que «aquí todavía hay gocho para rato. Todavía falta, todavía estamos trabajando, pero estoy muy orgulloso y contento».
Pedro Martínez, el consejero
Durante el proceso de rehabilitación que ha realizado Johan Santana, desde septiembre de 2010 cuando tuvo la operación en el hombro izquierdo para repararle la cápsula posterior, ha tenido claro que la paciencia, la confianza y el positivismo, además del trabajo, son las claves para regresar a Grandes Ligas.
«Jamás dudé que podía regresar. A mí nada más me bastó que el doctor dijera que la operación había sido un éxito, porque desde ese momento yo sabía que todo quedaba de mi parte», dijo Santana, tras realizar ayer su primera apertura de la pretemporada.
A lo largo de este proceso de recuperación, en el cual ha tenido un par de recaídas, el lanzador de 32 años de edad, ha recibido consejos y apoyo de Pedro Martínez, quien también sufrió de los mismos problemas que el venezolano.
«Sé que esto es paciencia y eso fue algo que nosotros hablamos desde un principio, porque por más que uno quiera salir allá y competir, porque es esa la esencia de uno, el brazo te deja saber que no puedes. En ese sentido uno tiene que ser inteligente y saber cuándo uno pueda dar más o parar un poco», explicó el abridor de los Mets.
El Openning Day no le quita el sueño
La posibilidad de que Johan Santana sea el pitcher abridor de los Mets de Nueva York en el Opening Day de esta temporada, como lo está planeando su equipo, no resulta mayor inspiración para el zurdo.
“Mi meta es estar sano, poder lanzar cada cinco días o cada cinco juegos. Si es el día cinco –cuando inician la temporada contra los Bravos de Atlanta- bienvenido sea y si no, lo importante es estar sano”, aseguró el venezolano.
Santana siente que ha ido alcanzado logros en esta etapa de su recuperación.
«Una de las cosas más importantes en esta recuperación era conseguir mi mecánica, que todo, tanto el brazo como las piernas se adaptaran a eso nuevamente. Esa era la clave, no cambiar nada, volver a ser lo que yo he sido y dejar que todo se ajuste a eso. Así ha sido», dijo el zurdo, quien reveló haberse conocido más como persona y jugador durante este tiempo.
Por: Billy Russo/Líder
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