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Con la firma de Luis Robert, Chicago sigue creyendo en los cubanos

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Luis Robert es la más reciente apuesta de los White Sox por peloteros cubanos. Foto: Las Mayores

Luis Robert es la más reciente apuesta de los White Sox por peloteros cubanos. Foto: Las Mayores

Un día, durante los entrenamientos del 2005, entrevisté a los cubanos Orlando Hernández y José Contreras en un cuarto del complejo primaveral de los White Sox en Arizona.

Hablamos de sus carreras y de esa historia que compartían como lanzadores salidos de Cuba, pero también del éxito de compatriotas suyos como Camilo Pascual y Luis Tiant, y también de la experiencia del Duque y su medio hermano Liván. Los White Sox eran el primer equipo que tenía a dos lanzadores cubanos en el mismo roster desde los Senadores de Washington a finales de los años 50. Les pregunté qué significaba que un equipo tuviese a dos en la misma rotación.

Hernández sonrió.

«Esa es una respuesta para finales de año», dijo El Duque. «Si hacemos lo que podemos hacer, probablemente no tengas que volver a hacer la pregunta, porque podrás ver lo que significa».

Claro que lo vimos, con los Medias Blancas barriendo a los Astros en la Serie Mundial ocho meses después.

¿Pueden culpar al equipo de Chicago por intentar armarse nuevamente con peloteros cubanos?

Al juntar en la organización al prospecto de 19 años Luis Robert, un jardinero central, con el segunda base de 21 años Yoán Moncada, la apuesta de los Medias Blancas esta vez es armar un equipo campeón alrededor de dos jugadores que tienen las cinco herramientas y juegan en la línea central.

Durante el fin de semana, se estaba finalizando un acuerdo con Robert por un precio que podría estar cercano a los US$30 millones. Chicago terminará pagando el doble en impuestos por pasarse del límite de gastos preestablecido, lo que significa que invertirá tanto como lo que los Medias Rojas gastaron en Moncada, a quien luego cambiaron a los Medias Blancas como parte del paquete de cuatro jugadores por Chris Sale en diciembre pasado.

Los Medias Blancas fueron superados por Boston en la subasta por Moncada en un momento en el que la organización de Chicago estaba enfocada en respuestas a corto plazo. El canje de Sale señaló que los Patipálidos se habían propuesto una reconstrucción total, y Robert se convirtió en un objetivo tan pronto desertó de Cuba.

Al igual que Moncada, quien debe de unirse al equipo grande de los Medias Blancas más adelante en esta campaña, Robert representa un riesgo. Nunca ha jugado contra peloteros mejores que los que hay en la Serie Nacional de Cuba.

Pero la potencial recompensa de tener a los dos dinámicos cubanos en un lineup que ahora mismo tiene como pieza central a la leyenda cubana José Abreu es lo más emocionante que ha pasado en el sur de Chicago desde que Paul Konerko lideró a aquellos Medias Blancas hasta la postemporada del 2005.

Moncada ha cautivado a la fanaticada desde que se puso por primera vez el uniforme de Chicago Sox durante un mini campamento en enero. Ese día pegó varios jonrones larguísimos, y no ha bateado porque entró en la lista de incapacitados en Triple-A por culpa de una lesión en el pulgar izquierdo. Sin embargo, no se espera que eso lo mantenga fuera por mucho tiempo.

Dueño de una combinación de poder y velocidad y defensor del campo corto durante sus días en Cuba, Moncada está bateando .331 con seis jonrones y 10 bases robadas por los Charlotte Knights. Pareció perdido cuando los Medias Rojas lo obligaron a jugar en la tercera base a finales del 2016, pero ha mejorado su defensa en la segunda base, la que probablemente sea su posición en el futuro.

Moncada parece más un jugador de fútbol americano que un infielder tradicional del béisbol. Robert tiene un cuerpo parecido. Manda la bola muy lejos en la práctica de bateo y corre tan rápido las 60 yardas que algunos escuchas han pensado que la distancia está mal medida.

Aunque algunos informes indican que Robert no está muy lejos de las Grandes Ligas, lo más probable es que los Medias Blancas le pongan a un freno a la idea de que pueda convertirse en una sensación de un día para otro. Moncada ha jugado 221 partidos en las menores con los Medias Rojas y los Medias Blancas, una proyección realista para Robert.

Es muy probable que no sea antes del 2019 que Moncada y Robert sean parte de la misma alineación. Pero es un hecho que estarán juntos la primavera que viene, así como estuvieron Hernández y Contreras.

Lo bonito de todo esto es que los Medias Blancas están partiendo desde cero con Robert y Moncada. Podrían jugar juntos por muchos años.

Es una lástima que otro cubano, Orestes «Minnie» Miñoso, ya no esté aquí para recibirlos, así como lo hizo con Abreu antes de la primera temporada del inicialista en el 2014. Miñoso murió hace dos años.

Hubiese estado muy orgulloso. Miñoso se consideraba a sí mismo como el fanático número 1 de los Medias Blancas, y hoy estaría súper emocionado con este equipo.

No es para menos.

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