Manny Pacquiao está entrenando para su próxima pelea el próximo 13 de marzo ante Joshua Clottey.
Los guantes del mejor libra por libra de la actualidad podrían empolvarse en muy poco tiempo tras el careo del sábado. Manny Pacquiao se prepara más que para otra pelea, se alista para su adiós, la despedida estando en la cúspide.
Nadie quiere su retiro, excepto el filipino. La razón: su incursión a la política. El duelo del próximo sábado, en Dallas, ante Joshua Clottey (35-3, con 21 nocauts).
“Boxear es diferente a hacer política. La política tiene que ver más con el servicio… Quiero ser un buen servidor público, quiero ayudar a la gente”, indicó a medios estadounidenses “Pac-Man” durante una ronda de entrenamientos en Los Ángeles.
El asiático aspirará en mayo a un puesto como legislador, apoyado ahora en la creciente popularidad que ostenta tras las victorias sobre Oscar De la Hoya, Ricky Hatton y Miguel Cotto.
Ni su promotor Bob Arum ha podido disuadir al campeón wélter de 31 años en abandonar los ensogados. “No puedo entenderlo. Intenté disuadirlo con mucha cautela en esta ocasión. Sé que allegados a Pacquiao también lo intentaron, pero está decidido a hacerlo”.
Sin embargo, el criollo Edwin Valero no pierde las esperanzas de enfrentarse al asiático: “Aún no se ha ido y espero que en algún momento, en el futuro, se dé la pelea, ésa que todos están esperando”.
Si se concreta el adiós significaría un duro golpe para el boxeo, ése al que el filipino le devolvió el brillo.
Por: Yonathan Gelviz/Panorama
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