La lucha en los tableros es determinante en la serie.
En una final todos los juegos son importantes. Cada partido cuenta, pero el de hoy puede marcar el destino de la serie. Por muchas razones.
Los dos protagonistas, Marinos de Anzoátegui y Cocodrilos de Caracas reanudan su lucha particular en la instancia decisiva, con objetivos claros y la urgencia de ganar.
El Acorazado Oriental está en ventaja de 2-1 en el emparejamiento, pero una derrota esta noche permitiría el regreso de la serie a Caracas, algo que no desean ni sus jugadores, ni el cuerpo técnico.
Una victoria, en cambio, le dejaría a un paso de titularse a los locales en la ciudad de Puerto La Cruz, cosa que no ocurre desde 2004 (los campeonatos conquistados por los navales en los años 2005 y 2009 fueron en Barquisimeto y Caracas, respectivamente).
El elenco oriental se hizo fuerte en los tableros en el tercer partido y allí radicó la clave del triunfo.
Solo entre Robert Battle, Axiers Sucre y Donta Smith -coloso también a la ofensiva con sus 26 unidades- sumaron un total de 26 rebotes de los 34 que tuvo Marinos, equipo que, además, tuvo la virtud de bajar la producción de la principal arma de los capitalinos, Jack Martínez, quien se quedó en 14 tantos y cuatro rebotes (se fue de 14-3 en tiros de campo).
«Cada partido tiene una historia diferente y el de hoy no será la excepción. Me gustó que en el juego anterior hubo mucha ayuda para los rebotes, el equipo fue agresivo en ese aspecto y luego en ataque buscaron al hombre que tenía la ventaja para lanzar. El grupo estuvo enfocado, debemos mantener esa línea», dijo el argentino Néstor «Che» García, entrenador de Marinos, quien desde que se hizo cargo del equipo, a finales de la ronda regular, nunca perdió dos partidos consecutivos.
Si el elenco de casa repite la fórmula y la ofensiva fluye, será difícil de batir. Más aun con un Donta inspirado, alero estadounidense que hasta los momentos se erige como el máximo anotador de la final (promedia 20,6 puntos), es líder en triples convertidos (de 7-6), en bloqueos, con cuatro; segundo en asistencias (3,33) y tercero en rebotes (7,33).
«Lo más importante para el cuarto partido es que juguemos con la misma intensidad que el anterior. Tenemos que ser agresivos en la ofensiva y también en los rebotes. Marinos es un equipo colectivo y esa puede ser la gran diferencia», dijo Smith, de 2 metros, un jugador difícil de marcar por su condición atlética y potencia de salto.
Sin embargo, enfrente tiene a un Cocodrilos que sabe jugar bajo presión y que no regalará nada, consciente de que se juega la vida en el gimnasio Luis Ramos, mejor conocido como «La Caldera del Diablo».
Los saurios están en la obligación de borrar de su memoria este tercer encuentro, en el que jugadores como Luis Bethelmy y Leandro Garcíamorales aportaron de manera combinada apenas 12 puntos y un partido en el que el equipo capitalino apenas lanzó para un 39% de efectividad en los tiros de campo.
«No podemos cometer errores, Marinos es un equipo que los capitaliza, los aprovecha y te hace daño», evaluó Néstor Salazar, técnico de Cocodrilos de Caracas.
Por: José Rubico/El Universal
LÍDER
Marinos de Anzoátegui tiene la gran oportunidad de poner a Cocodrilos de Caracas contra las cuerdas y dejarlo al borde del nocaut, si logra conseguir otra victoria esta noche en su casa, el gimnasio Luis Ramos de Puerto La Cruz.
Los navales, de salir airosos, colocarían la serie 3-1 a su favor y todavía les restaría otro encuentro en su feudo para tratar de alcanzar el campeonato ante su fanaticada.
Situación que colocaría a los saurios bajo una gran presión.
La escuadra oriental en el tercer encuentro de la serie, pudo ganar 86-78, para ponerse arriba 2-1, gracias a que salió con una mayor intensidad defensiva que sus rivales en los primeros minutos del partido y también por el gran trabajo en la zona de la pintura tanto en defensa como en ataque.
Los jugadores internos de Anzoátegui, Robert Battle, Axiers Sucre y Jeremis Smith, en ese compromiso consiguieron un total 33 puntos y 20 rebotes y apenas le permitieron a sus rivales Jack Martínez y Luis Bethelmy, 16 tantos y 11 tableros. Además este par solo lanzó de 17-3 en tiros de campo.
“Me gustó que el equipo estuviera enfocado en el rebote. Axiers y Jeremis hicieron un gran trabajo sobre Jack Martínez cuando Batlle se metió en faltas”, dijo el entrenador de Marinos, Néstor “Che” García.
Si la labor de los jugadores altos de Marinos fue determinante en el compromiso, no lo fue menos la de Donta Smith, quien desequilibró constantemente la defensa de los capitalinos.
“El jugar agresivo fue clave. Era muy importante ganar (el jueves). Debemos seguir jugando duro todos los días”, comentó el alero estadounidense, quien aportó 26 unidades y ocho rebotes.
“Hay que hacer las cosas”
Cocodrilos necesita hacer los ajustes y rápido si aspira trasladar la serie a Caracas. Hasta ahora el base Carl Elliott ha sido el hombre más consistente en el ataque con 23 tantos por cotejo, mientras que Jack Martínez ha hecho su trabajo pero con una pobre efectividad de campo de 38 por ciento. Los grandes ausentes han sido el ala pívot Luis Bethelmy (6.0 PPJ) y el escolta Leandro Garciamorales (5.6 PPJ).
“Necesitamos la producción de Leandro, él puede hacerlo. Necesitamos involucrarlo más, ha hecho cosas pero no ha anotado constantemente. Está un poco dudoso. En defensa ha estado bien pero no nos ha dado esos 15 o 20 puntos que el puede meter en la liga”, indicó el técnico de los reptiles, Néstor Salazar.
El estratega sucrense insistió en que el aspecto que más debe trabajar su grupo es la parte mental.
“Cuando uno juega de visitante no puede desesperarse. Hemos hablado mucho pero hay que hacer las cosas en la cancha”.
Por: Reiner Izturriaga
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