El comentarista y narrador Carlos Mauricio Ramírez en su columna de esta semana en el diario Líder, el periodista toca el tema de la visita de la Copa del Mundo a Venezuela. En su segunda entrega del espacio “Toma papá”, el periodista sostuvo una conversación con el trofeo que recibió la visita de más de cinco mil venezolanos.
Como saben, este fin de semana estuvo en nuestro país el trofeo de la Copa del Mundo de la FIFA. Con suerte y algunos contactos (Gracias, Luis Chataing) este periodista pudo tener, en exclusiva, unos minutos para conversar con el trofeo más famoso del mundo del deporte.
Confieso que en medio de la preparación para la nota, me topé con una gran duda: ¿Cómo abordar al invitado?, ¿Señor Trofeo, o acaso Señorita Copa?… ¡Dios Mío! – Exclamé- ¿Será que es hermafrodita? Cálmate. Qué hermafrodita ni que nada -me dije-, es EL trofeo, ¡Macho, Varón, Fútbol! Enigma resuelto.
Ya claro, me fui con mi libreta de apuntes y mi fiel grabador, al lujoso hotel en donde se hospedaba el Señor Trofeo. Habitación: 2010. Al llegar a la Suite, encontré una escena única: Kits de limpieza con cremas y paños de pulitura para oro en todos lados; el agente del Sr. Trofeo cuadrando un vuelo para Panamá (por supuesto en primera clase), y una biografía de Carlos Almenar Otero en la mesa de noche. Al notar mi llegada, el dorado muñeco se sentó a mi lado, listo para comenzar.
- Toma Papá: Señor Trofeo…
- Señor Trofeo: ¿Señor Trofeo?, ¿Cómo se atreve? ¡Soy la Señorita Copa!
- TP: (Voz interior) ¡Qué clase de torta! (Voz exterior, temblorosa…) Caramba, de verdad discúlpeme, señorita Copa…
- ST: ¡Jajaja! ¡Te agarré, bambino! – dijo con acento italiano- Claro que soy el Señor Trofeo, para servirle.
- TP: (Voz interior) Ah bueno, ¡El chistoso! (Voz exterior) ¡Jaja! Qué ocurrente, señor… Cuénteme, ¿dónde y cuándo nació?
- ST: Nací el 5 de Abril de 1971, cuando la FIFA le dijo a mi padre, el director de arte y maestro escultor milanés de la casa de medallas Bertoni, Silvio Gazzaniga, que ganó un concurso hecho por FIFA entre 53 artistas de todo el mundo. 38 centímetros de alto y 6 kilos de oro 18 quilates.
- TP: ¿Cómo describe su trabajo?
- ST: Ser el objeto de deseo del mundo, pero sólo ser correspondido por los mejores. No me quejo, desde que empecé en esto me he tenido que mudar con frecuencia, pero ya tengo casas en Italia, Brasil, Argentina, Alemania y Francia.
- TP: ¿Viviría en Venezuela?
- ST: ¡Pero por supuesto! Acá tienen todo lo que necesito. Clima cálido, mujeres hermosas, petróleo, rumbas. Además, con las estructuras que tienen, ríos de dirigentes formados, centenares de clubes sin deudas y ese grandioso Centro de Alto Rendimiento, ¡¿cómo hago para no venirme para acá?!
- TP: Ya va… ¿Centro de Alto Rendimiento? No me digas que…
- ¡Piiiiiiiiii Piiiiiiiiiii Piiiiiiiii! Al oír el tono serán las 7 horas, 30 minutos. ¡Buenos días, Carlos Mauricio!
Por: Carlos Mauricio Ramírez
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