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Mathías: «Las derrotas duelen, pero enseñan»

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El seleccionador de la Sub 20 Marcos Mathías.

El seleccionador de la Sub 20 Marcos Mathías.

Un sueño de veinte días en la cordial ciudad de Arequipa terminó de repente para la oncena Vinotinto Sub 20, luego que un Chile aplicado tácticamente y jugando al pressing se impuso sobre la banda venezolana en el juego de cierre del grupo A de este Sudamericano Sub 20 Perú 2011, con el marcador de 3 goles por 1.

La noche del pasado jueves en el estadio de la Universidad Nacional San Agustín (UNSA) de esta urbe del sur peruano fue dura para los venezolanos, después de conseguir tres labrados empates con las selecciones de Uruguay, Argentina y el anfitrión peruano, se esperaba el empate, porque con eso bastaba a los dirigidos por Marcos Mathías por su mejor diferencia de goles con sus rivales, para conseguir la proeza de repetir su nombre en un Mundial, luego que la generación venezolana anterior lo hiciera para concursar con buen pie en el Mundial Egipto 2009.

El gol de José Alí Meza tras pase quirúrgico del jugador sensación  venezolano Yohandry Orozco (quien ante Perú había hecho lo que se considera hasta ahora el mejor gol de esta cita regional), alimentó las esperanzas, que al final se difuminaron, pese al intenso llanto y dolor de los futbolistas venezolanos que dejaron todo en la cancha pero sin la gratificación del boleto a la final.


Marcos Mathías, fiel a su estilo de ser frontal y sincero, además de auténtico líder de grupo, asumió la total responsabilidad de lo que, en el plano deportivo, fue un traspié, pese a lo batallado del torneo en el cual su conjunto sumó muchos elogios.

“Las derrotas duelen, pero también enseñan, nos vamos con la tranquilidad de haber hecho todo, haber entregado hasta el último esfuerzo por intentar llevar a Venezuela a su segundo Mundial”, sostuvo el técnico principal y asistente de la mayor venezolana. “El mensaje al país es que esto no se detiene acá, la evolución sigue adelante y nosotros seguimos trabajando, porque esto no se detiene por una derrota, fueron cuatro partidos y apenas una derrota”.

Costó convencer a los futbolistas de pasar el dolor de la derrota y tragar grueso, porque como profesionales jóvenes, dieron rienda suelta a sus emociones y frustraciones sin remilgo alguno. Mathías los descargó de responsabilidades y pide confianza hacia el futuro del fútbol venezolano.

“Estuvimos conversando un poquito dentro del camerino, el mensaje es claro, nosotros vinimos acá con dos objetivos, uno era, lógicamente, clasificarnos al Mundial y otro es la evolución de estos jugadores, de que pudiesen ser los jugadores del futuro para nutrir nuestra selección adulta”, adicionó. “Pues tenemos ahora un ciclo de cuatro años de eliminatoria, en el cual el orgullo nuestro va a ser cuando alguno de estos jugadores, pues sabemos que en cuatro años suceden muchas cosas, puedan estar allí en ese proceso y logren llevar a Venezuela a su primer Mundial de adultos”.

Por: Prensa FVF

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