Kobe Bryant apunta otra vez al título.
Dispuestos a demostrar que poseen el mejor equipo de la NBA, los Lakers, vigentes campeones, inician este jueves, a las 8:30 p.m., una esperada revancha ante los Celtics, tras dos años de espera, cuando sufrieron un doloroso revés. Más allá del deseo del desquite, los Lakers buscan su corona 16 en la historia de la liga estadounidense, frente a los 17 campeonatos que ostentan los Celtics y, a la vez, sacarse la espina del último partido de la final de 2008, que concluyó por 131-92 y que se inscribe como el marcador más abultado en un partido final en la NBA.
«No hay nada peor que perder así en una final», dijo Phil Jackson, técnico de los Lakers. «Es como caer al vacío después de estar flotando en una nube. Siempre estuve esperanzado en no tener jamás una amarga experiencia como ésa».
La serie particular por el máximo trofeo de la NBA también favorece 9-2 a los Celtics
Los actores son casi los mismos en ambas franquicias, pero la situación es diferente, tanto en lo anímico como en lo competitivo, según DPA.
Descontando el peso ofensivo de Kobe Bryant, dos figuras pueden inclinar la balanza hacia los Lakers: el español Pau Gasol y Ron Artest.
Gasol ha crecido como jugador y hoy es considerado el «hombre alto» más completo de la NBA. Mientras, la presencia de Artest en la cancha tendrá un doble propósito: ser el «carcelero» de Paul Pierce, con lo cual Bryant tendrá menos preocupaciones defensivas.
Pero los Celtics también han sufrido cambios positivos, con el desarrollo del base Rajon Rondo. Además, dejaron atrás las lesiones, la inestabilidad y el individualismo en la actual contienda, con un juego armónico y cohesionado, con el tridente de Ray Allen, Kevin Garnett y Pierce en forma.
La serie es al mejor de siete confrontaciones.
