Lo vivido el sábado en el estadio Universitario después que los Tigres de Aragua eliminaron a los Leones del Caracas simplemente no puede volver a pasar, los hechos violentos donde resultó herido un trabajador de seguridad del conjunto bengalí llamado Anthony Izaguirre al ser impactado en el rostro por una botella de whisky, el resultado fueron 100 puntos de sutura en su rostro a sus cortos 22 años.
La LVBP suspendió a Raúl Chávez y Héctor Giménez por cinco y ocho juegos, respectivamente. Leones multado con 20mil BsF Si hablamos en serio a mi me parecen castigos minúsculos para lo que ocurrió esa noche.
Un rostro desfigurado y quién sabe si alguna incapacidad física arrastrará Anthony a lo largo de su vida, una marca que nunca olvidará.
La lesión que acarrea Anthony Izaguirre no se paga con dinero ni nada en el mundo, es una herida de guerra (deportiva) que injustamente tendrá que ver cada vez que se vea en el espejo.
Debo confesar que los castigos tanto a los peloteros como al club Leones del Caracas me desilusionó, creo que 20mil BsF para un equipo que promedió cerca de 14mil aficionados por encuentro no es nada, una tontería, lo sacan de caja chica y le pagan a la LVBP o a quien corresponda.
No pasa sólo por el castigo económico, se debe también a que el o los delincuentes que lanzaron una botella de whisky y bolsas de hielo, que inexplicablemente estaban en poder de dichas personas, estén disfrutando de libertad.
¿Qué pasaba si el botellazo impacta en la sien a Izaguirre y lo mata? ¿Duplicaban los castigos? ¿Tan poco vale la vida? Unos cuantos juegos y una suma risible de dinero es la cuenta que hay que pagar por portarse como cavernícolas en un espectáculo público y que se vio a nivel nacional e internacional.
Hace un par de temporadas el umpire Darío Rivero Jr. expulsó a la mascota de las Águilas del Zulia, “AGUI”, y la liga decidió una suspensión de 10 partidos para la mejor mascota del país, entre Chávez y Giménez suman 13 partidos, ¿ridículo no?
Si este era el castigo ejemplarizante que la liga quería dar creo que pocos quedaron satisfechos, me incluyo, me entristece ver como la violencia se sigue apoderando de los escenarios deportivos, los mismos que deberían servir para salir de la rutina, olvidarnos de lo económico, la política, problemas del corazón y más.
Algunos se escudan en decir que esto es un negocio, ¿pero se imaginan (sin menospreciar a Anthony) que ese botellazo le pegara a un Miguel Cabrera? El negocio se vendría a pique, porque los verdaderos dueños del business (MLB) pondrían tantas restricciones que ni a los peloteros de liga rookie los dejarían jugar.
Por: Gabriel “Gabo” Chávez
Twitter: @GaboChavez
