Rafael Castellín insistió, pero no pudo anotar ante la Católica.
No hay razón táctica, ni científica ni matemática para explicar por qué Caracas no venció a la Universidad Católica en el Olímpico. De nuevo, el buen juego de los rojos no tuvo premio, aunque esta vez no sólo dominaron, sino que también crearon las ocasiones. Habrá que hurgar en lo esotérico para hallar una respuesta.
La historia que ya empieza a ser familiar se repitió en la tarde-noche capitalina. Desde el arranque Caracas salió a proponer con su estilo inconfundible. El menor de los Cichero fue un puñal por la banda izquierda y declaró que su demarcación en la defensa era sólo el punto de partida para ser una variante más en el ataque. Una llegada suya antes de los cinco minutos fue el primer aviso de los criollos.
En adelante, sobrevino un vendaval de los rojos, de toque y de acciones de peligro. Castellín aportó su clásico juego de espaldas al arco y en una acción tempranera habilitó a Figueroa, que se perdió el gol con un remate desviado.
La pelota fue monopolizada por el Caracas, que cuando no la tuvo presionó para recuperarla con prontitud. La Católica apenas lo intentó con tiros que no alteraron la tranquilidad de Vega.
Antes de la media hora, el cuadro capitalino vivió su mejor momento. Castellín, con un remate casi sin ángulo, y un cabezazo de Prieto, rozaron el gol, pero el meta Garcés empezó a erigirse como la figura del cotejo. Acto seguido, Gómez probó desde afuera y el palo ahogó el grito de gol. Antes del final de la primera etapa, “Pulga” encontró a Figueroa, pero su cabezazo volvió a estrellarse en la madera. Si Caracas debía purgar algún pecado, en esos 45 minutos lo hizo de sobra.
El golpe que no llegó
Para el complemento, los cruzados hicieron dos cambios y modificaron su planteamiento de tres a cuatro defensas y poblaron aún más el medio campo. A partir de entonces, Caracas se encontró con más (y mejor ordenadas) camisetas blancas en su camino, por lo cual le costó hallar fluidez. Sanvicente respondió y se la jugó con la velocidad de Guerra y Valoyes.
Aunque el trámite se volvió más equilibrado, el dominio siguió siendo de los dueños de casa. Gómez la tuvo tras una internada por la izquierda. En otra, Valoyes desbordó por la derecha y Castellín no alcanzó a rematar. Quedó claro que no era el día de los rojos, que se fueron con un punto que sirve de poco.
Aprobado en organización
La afición de los rojos del Ávila volvió a cumplirle a su equipo con una masiva asistencia, aunque no tan buena como en el encuentro ante Flamengo de la semana pasada. Lo mejor del caso es que mantuvo durante los 90 minutos un comportamiento cívico y alejado del vandalismo del miércoles anterior. El Caracas aprobó el examen de organización y la barra roja limpió un poco su manchada imagen, pues se dedicó a animar sin involucrarse en irregularidades. Destacó entre los asistentes la presencia del seleccionador nacional, César Farías, acompañado por parte de su cuerpo técnico.
Ficha técnica:
CARACAS: Vega; Romero, Bustamante, A.Cichero, G. Cichero; Lucena, Jiménez; Figueroa (Guerra), Gómez; Prieto (Valoyes), Castellín.
UNIVERSIDAD CATÓLICA: Garcés; Fuentes (Ormeño), Ponce, Henríquez; Silva, Martínez, Rosende, Mirosevic, Toloza; Díaz (Rubio), Vranjican.
ÁRBITRO: Mauricio Morales (México).
Vía: Líder
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