Si bien no jugó el sábado contra México, Yohandry Orozco demostró muchísima irreverencia en las dos pruebas que tuvo frente a Guatemala y España. El talentoso mediocampista del Wolfsburgo alemán es la joya mejor guardada del cuerpo técnico, entendiendo que es un diamante en bruto y que pulirlo llevará tiempo. Sin embargo la magia de sus botines pide cancha y el balón para mostrar sus mejores trucos.
«He vivido bien estos días de concentración con el grupo», dijo Orozco ante del inicio de la última fase de la preparación antes de la Copa América.
«Vivimos partidos importantes como el triunfo contra Guatemala y el partido contra España en Puerto la Cruz. A pesar de haber perdido, mostramos cosas buenas fruto de nuestro trabajo. Sólo que nos venció el campeón mundial. Pero vamos a crecer más, lo sé», dijo el venezolano.
Con cuidado
Precisamente un gol ante los peruanos, tildado de «maradoniano» por la prensa, fue el que le abrió las puertas al mundo. Salió del Zulia FC al alemán Wolfsburgo. «Aunque no he podido debutar ahí, siento que tanto en Alemania como en esta concentración, el trabajo lo hemos hecho con la misma seriedad e intensidad. He aprendido mucho en estos meses», precisó el joven volante zuliano. «Estamos muy concentrados en hacer un buen trabajo en ese viaje a Estados Unidos».
Pero con apenas 19 años, de edad el tímido Yohandry tiene a un mentor de lujo: Juan Arango. «Es un tipo muy talentoso», dijo el capitán de la selección.
A pesar de ser ambos jugadores de muy pocas palabras, parece que el maracayero ve en Orozco a un digno sucesor. «Hay que llevarlo con muchísimo cuidado para evitar que cometa errores y explote su máximo potencial. Pero la calidad le sobra», advirtió un experimentado Arango que, hace años pasó por el mismo desafío Orozco, ser un juvenil en la Copa América.
Por: Javier Ramírez-Musella/El Nacional
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