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Yohandry guía a Venezuela

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Yohandry Orozco apunta a ser titular ante Brasil.
Yohandry Orozco es el líder máximo de la vinotinto.

Yohandry Orozco es el líder máximo de la vinotinto.

El motor de Venezuela aún no termina de arrancar. Amaga, eso sí, con destellos de un equipo capaz de aspirar en grande pero todavía no termina de tomar la fuerza que necesita para subir la cuesta hasta el hexagonal. Hoy cosechó un empate ante el rival más fuerte del grupo, pero para eso tuvo que sufrir muchísimo. Trago grueso cuando Juan Pablo Villarroel tuvo que sacar una pelota de Funes Mori sobre la línea en el primer tiempo y también con el travesaño de Bruno Zuculini con el arco totalmente vacío.

Por suerte para Venezuela, el partido de hoy no supo de justicia. Porque esta Argentina sin virtuosismos fue más, tocó más y mejor y mereció llevarse un triunfo que no concretó. En parte gracias por, nuevamente, la zurda de Yohandry Orozco, un jugador diferente, capaz de desequilibrar con un regate o con un pase entre líneas.

Marcos Mathías tomó nota del primer juego y entendió que lo mejor para él era rodearlo de gente. Hoy le acercó a Alexander González y a “Chuto” Lugo, quienes acompañaron al zuliano en las labores de creación lo que logró repartir las responsabilidades y las marcas.

Venezuela dio avisos de mejoría pero la ansiedad pudo más. Como en el 24, cuando Lugo se apuró a definir una pelota que había robado sobre línea de fondo o al 31, cuando una excelente habilitación de Orozco citó a González frente al gol, sin embargo, el valenciano se apuró a definir y la envió afuera.

Atrás el cero lo mantenían las voladas de Eduardo Lima, que tuvo hasta seis intervenciones nada más en el primer tramo. Parecía inexpugnable el arquero del Monagas hasta el minuto 55 cuando un error a la hora de marcar un saque de banda de Lujano permitió un centro al que Chancellor no supo como responder. El regalo fue aprovechado por Sergio Araujo quien apenas tuvo que colocarla para ir a celebrar el 1-0.

Mathías volvió a mover la pizarra y sacó a un volante de contención como Suárez por Febles. Pero ni el mismo técnico esperaba que la modificación surtiera efecto tan rápido. En la jugada siguiente, el caraqueño convirtió un saque de banda en un centro al área que buscaba a Reyes pero al que Andrada alcanzó a desviar. El mal rechace le quedó a Orozco quien parece que sólo sabe hacer golazos. El de hoy no fue la excepción, y a pesar de sus 1.69 metros convirtió el despeje en un remate de cabeza que fue directo a la escuadra albiceleste.

En la celebración, Reyes y Yohandry amagaron con encender una moto. Una que enciende con la chispa que destila la zurda de Orozco y que toma velocidad con cada pique de José Miguel. Sin embargo, al motor aún le falta fuerza para coronar la cuesta que aún le queda hasta el hexagonal. Los empates ante Uruguay y Argentina son buenos resultados pero de nada valdrán si mañana no logra carburar una victoria ante Perú con apenas 48 horas de descanso.

Orozco, el verdugo de la sub-20

La gran vedette del Suramericano sub-20 es el brasileño Neymar. Muchos representantes de equipos europeos voltean su mirada hacia el “7” de la canarinha, pero unos cuantos de esos ya seguramente apuntaron en sus respectivas libretas a un “10” con velocidad, visión, agallas y hoy les empezó a demostrar que también tiene gol.

Ese “10” no es otro que el de la Vinotinto: Yohandry Orozco. El volante, ya mundialista con la anterior camada aunque no con el protagonismo que cualquier jugador desearía, se la está comiendo en el evento peruano, junto a los de su clase. Está pasado de lote, y eso que los alumnos 91-92 son bien aplicados.

La meta del zuliano, volver al Mundial juvenil, esta vez en Colombia, un poquito más cerca que Egipto, y esta vez para ser el crack de esa Vinotinto y tener ese peso específico en este equipo y, por qué no, en la historia futbolística del país. El sueño de Yohandry y de los otro 19 chamos todavía no está cerca, pero poco a poco está germinando.

No es casualidad que Orozco sea el de más experiencia en el fútbol profesional, el capitán, líder nato y estandarte de los que están en Arequipa. Hoy, ante la siempre talentosa albiceleste, cortó juego, distribuyó balones entre sus compañeros, puso pelotas de gol sin cesar, encaró sin amilanarse y cuando más se le necesitaba, usó su cabeza para darle un punto que sabe a oro y que sigue dejando las opciones del lado de la selección nacional.

Sin tiempo que perder, mañana Yohandry y los demás deben seguir demostrando que lo del Mundial no fue casualidad.

Por: Daniel Prat-Alejandro Álvarez/Líder

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