La gerencia de Águilas del Zulia planificó a conciencia la temporada 2010-2011 del béisbol venezolano. Apostaron a la velocidad y al pitcheo para armar su equipo y eso es precisamente lo que los tiene en el primer lugar. Desde un principio nos llamó la atención las credenciales de Darin Mastroianni y Tony Campana, quienes suman 13 de los 20 robos del club hasta la fecha, y quienes han marcado diferencias, no sólo con sus piernas, sino con su defensa.
Campana, poco a poco, logró acelerar su ritmo y evitar una despedida que parecía cantada. Al final fue Andrew Locke el cesanteado tras la llegada de Gerardo Parra. Ésos eran los candidatos a salir, porque Mastroianni, sin duda, es inamovible.
La gran actuación de Mastroianni nos hace recordar las primeras palabras de Jorge Urribarrí, asesor deportivo del equipo, cuando se conoció su firma con los rapaces: “Él va a ser la sensación del campeonato”.
Hasta ahora, no se ha equivocado. El jardinero, que pertenece a los Azulejos de Toronto, se ha convertido en el favorito de los aficionados zulianos y en el jugador foráneo más sobresaliente desde Shane Victorino.
“Es algo que me han dicho”, aseguró Mastroianni. “Sin duda es un honor que te comparen con un pelotero de esa jerarquía”.
El derecho ha llevado la voz cantante de un equipo agresivo en las bases, algo necesario para triunfar en un estadio poco amigable para los bateadores, y que ha sido aprovechado por el mánager Jody Davis para hacer su estrategia.
Davis le ha tomado el pulso rápidamente a la liga y ya adaptó un line up constante, a excepción de las piezas en segunda y tercera base, posiciones en las que ha preferido dar mayor opción a Fidel Hernández (.178 de promedio) y Luis Bolívar (.188), confiando más en su experiencia que en la de Harold García (.190) y José Flores (.208).
Pese a la ausencia de ofensiva, los rapaces han demostrado que pueden ganar, incluso, sin sacar la bola del cuadro, como pasó ante Leones del Caracas. Haciendo las pequeñas cosas, las jugadas de rutina y contando con un buen pitcheo (como ha sido hasta ahora al tener la segunda mejor efectividad de la liga con 3.03), Águilas puede seguir dando sorpresas.
Los Medias Blancas de Oswaldo Guillén en las mayores, en 2005, se titularon pese a tener un promedio colectivo de .262 (el 13º de las Grandes Ligas), tres puntos menos de lo que conectan los rapaces este año.
Lo cierto del caso es que la visión de la gerencia está dando sus frutos, pero más allá de esperar que las actuaciones y triunfos de los jugadores sean constantes, deben seguir atentos para hacer ajustes sobre la marcha. Hasta ahora, van por buen camino.
Por: Augusto Cárdenas/Panorama
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