Les saludo nuevamente desde este espacio que cada lunes comparto con ustedes a través del portal Enlapizarra.com, una web donde puedes encontrar lo mejor del deporte nacional, en especial lo que ocurre con los equipos locales apostados en el estado Zulia; sin dejar de lado lo que pasa en el resto del mundo deportivo.
Comienzo mi columna felicitando a todos los padres que ayer celebraron su día, en compañía de hijos y seres queridos. Me pareció muy gracioso ver en redes sociales como Instagram, Twitter y Facebook las fotos de conocidos y no tanto con sus regalos.
Así fueron muchas de las fotos del Día del Padre.
En su mayoría eran camisetas, gorras o artículos de los equipos deportivos preferidos. No pude dejar de preguntarme qué sería de este día si el deporte no existiera. Los más populares fueron los Yanquis y los Mets de Nueva York en el beisbol; los Heats en el mejor baloncesto del mundo y Real Madrid y Barcelona le ganaron 5-0 a la vinotinto.
El fin de semana del Día del Padre transcurrió entre mucha actividad deportiva. Mi hija entregó su regalo haciendo maromas frente al televisor donde se disputaba un juego de la Copa Confederaciones, almorzó viendo otro partido de la reunión futbolística que se celebra en Brasil y cenó mientras Lebron James y Manu Ginóbili se peleaban la victoria en el quinto juego que tiene en disputa el título de la NBA.
Cambiando de tema, no puedo pasar por alto, aunque ya han transcurrido algunos días, la triste derrota sufrida por la vinotinto ante su par de Uruguay.
Y digo triste por la depresión que me tocó sortear en casa ante el resultado que complicó las aspiraciones de la selección de mayores (y la de mi esposo) de poner un pié en Brasil el venidero 2014. Recomiendo en situaciones como estas no emitir comentario alguno.
Decir que el contrario era superior en cancha y que dominó por su experiencia, pues bien podría avivar la irritabilidad producto de la derrota y seguro alguna puerta o gaveta lo lamentará.
Mencionar por el contrario que nuestra vinotinto no estuvo a la altura, pues agregaría ingredientes a esa carga de sentimientos que se manifestaría con al menos una hora de silencio frente al Twitter, descargando lo que se lleva por dentro.
Lo mejor, sin duda, es callar, dar un abrazo, un beso cariñoso en la frente, decir que en la próxima se ganará, salir corriendo y prenderle una vela al técnico venezolano César Farías para que encamine a su equipo y así sea.
Me despido hasta el próximo lunes, no sin antes hacer un reconocimiento en estas líneas a Silvio Fernández, quien se alzó ayer con el oro en el Campeonato Panamericano de Esgrima, que se disputa en Cartagena. Este deporte siempre me ha parecido aguerrido y que nombres como el suyo y el de Rubén Limardo siempre estén entre los mejores, me hace sentir aún más orgullosa de ser venezolana.
Por: Carolina Almarza / @carolinalmarza
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