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«Aguacerito» Acosta: «Voy tras la huella que dejó Valero»

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Miguel "Aguacerito" Acosta quiere una cita con el Presidente Chávez. Foto: Nelson Pulido/Líder
Miguel "Aguacerito" Acosta quiere una cita con el Presidente Chávez. Foto: Nelson Pulido/Líder

Miguel "Aguacerito" Acosta quiere una cita con el Presidente Chávez. Foto: Nelson Pulido/Líder

El venezolano Miguel “Aguacerito” Acosta levantó los brazos, lloró, abrazó a su papá Oscar Acosta en el ring del Kalahari Sands Hotel de Windhoek, Namibia, y le agradeció a Dios encarecidamente por escuchar sus súplicas, tras darle ayer nocaut fulminante al anfitrión Paulus Moses en el sexto round, para convertirlo en el nuevo campeón mundial absoluto ligero de la AMB.

“‘Lo logramos’, le dije a mi papá y a mi entrenador (Orangel Ramos). Moses es un buen boxeador. Me exigió. Me mareó varias veces. Usó un jab de izquierda, eso me pasó porque me estaba cuidando del gancho de la misma mano. En el primer round tuve un mareo fuerte, pero no se lo demostré. El plan de trabajo salió a la perfección. La comunicación con el jefe de la esquina (su entrenador) fue magistral. Hicimos la pelea que se había planificado”, afirmó el mirandino, vía telefónica, desde Namibia, horas después de arrebatarle la corona al africano.

Añadió: “Lo planificado fue mover la cintura rápido. Trabajar con velocidad constante de manos y piernas. En el quinto asalto no sé como el árbitro (el panameño Gustavo Padilla) no le hizo conteo, pues lo tumbé claramente con un gancho de izquierda. La esquina me indicó que lo presionara. El nocaut llegó con un “cro”. Un gancho de derecha de arriba hacia abajo, no se pudo levantar”, concluyó.

Objetivo y el Presidente

Acosta tiene una licencia desde anoche que le permite decir algo. “Quiero y lo pido con humildad, que el presidente Chávez me dé una audiencia. De corazón le firmé los guantes con que gané el título en Namibia. Se los voy a regalar”, aseguró el mirandino que hoy amaneció como el único campeón mundial regular que tiene Venezuela.

El púgil de 32 años está claro de la realidad que vive la disciplina en el país. “Ayer no pensé en Edwin Valero, dos días antes de su muerte dije que estaba a tiempo de salir de las drogas y del alcohol. Ahora tomo la herencia de él como campeón que se fue. Voy tras la huella que dejó Valero en el boxeo”.

Por: Jhonny González/Líder

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