El alero es fundamental es las aspiraciones furreras. Foto: Wildi Rivero
Gaiteros del Zulia no creyó en favoritismos cuando fue a Puerto La Cruz para medirse a Marinos de Anzoátegui. Allá irrespetó a los orientales, les quitó el invicto y les hirió el orgullo. Ahora les toca recibirlos en el Belisario Aponte. Un nuevo reto para los zulianos, pero en su feudo, ese que tienen que hacer respetar y donde está clave de la clasificación.
La barrida ante Trotamundos de Carabobo quedó atrás, aunque extendió a cinco la cadena de triunfos de los furreros en casa y mostró la garra con la que están jugando los musicales. Este miércoles, desde las 7:30 de la noche, inician una serie de dos compromisos ante los actuales monarcas, los superfavoritos, los líderes del torneo, los rivales modernos de los zulianos.
“Es un clásico”, así definió Ruben Nembhard el enfrentamiento ante Marinos. “Hay una gran rivalidad entre los dos equipos y eso se siente en la cancha y en los fanáticos, que esperemos nos acompañen en el Belisario”, soltó el histórico Nembhard, quien superó en el pasado juego la barrera de los 11 mil puntos. “Eso no sirve de nada si el equipo no gana, eso es lo importante”, agregó.
“Hay orgullo de por medio. Son juegos bien difíciles, que te lo digo yo que he estado en ambos equipos”, apuntó Jorge Arrieta, DT de los zulianos. “Ellos tienen un gran equipo, con mucha profundidad, pero tienen que demostrarlo en la cancha y ganarnos jugando”, analizó el coach.
Arrieta también destacó el tema de la localía. “Barrer a Trotamundos fue un paso, pero uno de nuestros grandes objetivos es defender la casa a toda costa”.
Sobre la estrategia el entrenador zuliano fue claro. “Tenemos que cuidarnos de la consistencia del tiro exterior de Diego Guevara y que no jueguen mucho frente al aro hombres como Héctor Romero y Axiers Sucre”, además detalló, “quizás nos toque jugar muchas veces con un equipo pequeño, a pesar que ellos son más altos que nosotros”.
El reto está planteado. Marinos quiere devolver la bofetada y Gaiteros ratificar su buen momento.
Por: Gilberto González
