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Greivis Vásquez: «Sólo quiero mostrar mi juego»

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El armador criollo brilló con Maryland y ahora apunta a la NBA.

El armador criollo brilló con Maryland y ahora apunta a la NBA.

En nuestro país la tendencia de los niños que comienzan a practicar deporte se dirigen hacia el béisbol. De hecho Venezuela es conocida por tres razones en todo el planeta: Mujeres, petróleo y béisbol. Para mí, en ese mismo orden.

Pero desde hace unos años atrás, las cosas se han ido moviendo y han comenzado a emerger otros que decidieron inclinarse hacia diversas disciplinas como el fútbol y el baloncesto.

Hace diez años, para ser exactos, la vinotinto nos puso a delirar con un repunte vertiginoso que nos colocó dentro del mapa de la disciplina rey del mundo. De hecho, hasta somos respetados por los importantes logros alcanzados durante las dos eliminatorias alcanzadas y los torneos en niveles inferiores.

Sin embargo, ahora, después de 18 un solo joven se está encargando de ponernos en la palestra del llamado “deporte de los gigantes”, el baloncesto. En los próximos días, Greivis Vásquez podría convertirse en el nuevo embajador del baloncesto venezolano, cuando asista el 24 de junio al draft de la NBA en el Madison Square Garden, en Nueva York.

Hace casi tres meses culminó una brillante carrera deportiva universitaria, siendo el primer y único jugador en acumular al menos 2000 puntos, 600 rebotes y 700 asistencias. No sólo eso, también se convirtió en el segundo mejor anotador de la Universidad de Maryland, en el circuito de la ACC (Conferencia de la Costa del Atlántico) con 2171 puntos.

En su último año fue elegido como el Mejor Jugador de la ACC del baloncesto universitario, y para cerrar con broche de oro se adjudicó con el premio Bob Cousy, galardón que se le otorga al mejor base de la NCAA del baloncesto, en honor a uno de los mejores pilotos en la historia de la NBA.

Aunque nada de estas cosas vienen solas. Para llegar donde está tuvo que luchar fuerte durante muchos años. Y aunque no lo parezca, la vida de un deportista universitario con grandes aspiraciones en Estados Unidos tiene su grado de dificultad.

“Esto es increíblemente difícil mi hermano”, comentó Greivis vía telefónica. “Esto es tan difícil como vivir en un barrio de Venezuela. Nadie se imagina el sacrificio tan grande que debes hacer para poder obtener lo que quieres”.

Pero, ¿a qué cosas puede estarse refiriendo Greivis? Podrían estarse preguntando varios, siendo un jovencito de apenas 23 años que juega baloncesto y estudia una carrera normal en la universidad.
“Pocas veces tienes tiempo para hacer las cosas que un chamo normal puede hacer. Debes levantarte muy temprano para entrenar en dobles jornadas. Después ir a clases, regresar para estudiar un poco, entrenar de nuevo, regresar y seguir estudiando. Es poco lo que duermes muchas veces cuando tienes exámenes. A veces no quieres levantarte porque estas cansado, pero necesitas hacerlo si quieres ser el mejor. Y para ser el mejor debes trabajar fuerte”.

¿Y por qué lo asemejas a la vida en un barrio de Venezuela? “Porque desde temprano luchas para obtener lo que quieres. Tienes mucha competencia y debes pelear hasta con los dientes por ello, sino lo haces te caes y pierdes. Para mí esto es comparado con ello”.

 Greivis no lo ha hecho solo. La presencia de sus padres y el ejemplo que le brindan cada uno ha sido fundamental en el alcance de sus logros.

“Yo siempre he querido hacer deporte, pero gracias a mi madre le tomé más empeño a los estudios y aprendí que lo más importante para mí es eso”, comenta. “Si no hubiese tenido su apoyo no habría alcanzado todo lo que he hecho. Aunque desde pequeño siempre me ha gustado estudiar, viene de familia”.

Actualmente ha superado una de sus metas: la universidad. Greivis cursó sus estudios para obtener el título en American Media and Comunication, algo semejante a lo que es la Comunicación Social.

“Eso era lo más importante para mí después de terminar el torneo. Quería darle ese regalo a mis padres”, relata mientras se dirige a uno de sus lugares favoritos en los Estados Unidos, Nueva York. “Esta ciudad me encanta para venir a compartir con mis panas. Caminamos, comemos y recorremos la ciudad”.

Greivis el periodista…

Son pocos los deportistas con los cuales se puede entablar una larga conversación coherente, sin trabas y sin necesidad de tener que sacarle las palabras de la boca. Obviamente, los niveles de preparación de muchos de ellos no han sido los mismos que los que tuvo Greivis en su vida.

Lo interesante de esto es que muchos periodistas tendrán una dura competencia cuando el base armador culmine, en unos 15 o 20 años, su carrera como deportista.

“Creo que sería muy bueno poder ser analista de baloncesto”, comenta mientras ríe por un chiste acerca de cuantas cabezas puede rodar por apostar a un puesto dentro de los medios (incluyendo la de este servidor).

“Creo me veo haciendo eso porque es más sencillo para mí. Me desenvuelvo bien hablando. Pero no me gusta escribir. Creo que seguiría los pasos de varios amigos de la televisión”.

A quien se refiere Vásquez es al conocido Fernando Álvarez, narrador y comentarista para la cadena ESPN para América Latina. “Comentarista deportivo o narrador suenan bien para mí. Eso haré cuando termine de jugar. Claro, para eso falta mucho tiempo”.

Tiene sus rinconcitos favoritos en todas partes…

Así como Nueva York, la conocida capital del mundo, Greivis tiene sus rinconcitos dentro de su querida Venezuela, y no es precisamente algo cercano a su fría y central Caracas. “Maracaibo es lo máximo”, confiesa, “no hay nada mejor que su gente. ¿O de dónde crees tú que son las mujeres más bellas? De Maracaibo”. (Risas).

No sólo las hermosas mujeres que en esta ciudad se encuentran son razones para que Greivis quiera venir de vez en cuando.

“Ojalá pueda jugar en Maracaibo nuevamente. Para mí es la cancha más difícil de todas. La gente te mete mucha presión y eso te ayuda cuando estas de su lado, pero yo que posiblemente estaré del otro, no debe ser sencillo”.

En el Pedro Elías Belisario Aponte estuvo hace unos cinco años, cuando tuvo la oportunidad de participar en la Liga Nacional y en los Juegos Juveniles, donde enfrentó a otro jugador criollo que busca abrirse paso dentro del baloncesto mundial.

“Recuerdo que jugué contra David Cubillán (hermano de ‘Peche’ Cubillán, de Gaiteros del Zulia). Fue una bonita experiencia”.

Para el zuliano también hubo flores provenientes de Vásquez, a quien le avizora un futuro prometedor. “Él (David) puede jugar donde quiera. Tuvo un año súper bueno y tiene que ser destacado. Pero el problema para subir acá es la publicidad”, analiza. “Acá todo se maneja con eso y tal vez eso le afecte. Ha tenido cuatro años acá para ser destacado, pero pasan por desapercibido”.

Tiene a su “Jordan” criollo…  

Él al igual que todos tiene un ídolo a quien seguir. Muchos pudiésemos pensar que es Michael Jordan o tal vez Kobe Bryant. Pero no asombra que escoja a un compatriota para utilizarlo como patrón a seguir.

“Hay una persona en Venezuela que necesita una estatua inmensa, y ese señor se llama Carl Herrera”, comenta enérgico y con cierto tono de molestia.

Greivis piensa que la carrera del primer venezolano en la NBA no es tomada en cuanta por las nuevas generaciones como debería. Ante eso, Vásquez saca su lado más humano y humilde, donde sabe destacar el crédito que otros deben tener.

“Pana, no puede ser que la gente de mi país no sepa, a veces, quien es ese señor. Es hasta irresponsable no saberlo. Le preguntas a alguien de cualquier otro jugador y te dicen hasta lo que come, pero de este hombre, de este señor, no saben nada”.

Sus razones las expone con fuerza y sin dudar siquiera alguna de esas palabras “Me vas a disculpar pana, pero tengo que aprovechar para decir esto. Carl Herrera es tan grande que pasó todo esto que estoy pasando yo, y más. No sólo porque jugó en el básquet universitario o la NBA, sino porque jugó en las mejores ligas europeas. No una liguita cualquiera. Y no sólo jugó sino que también se destacó en ellas. Ese hombre tiene récords en nuestro baloncesto, ganó anillos de campeón en la NBA y por partida doble, jugó en España con los mejores equipos. Fue uno de los principales pilares para que Venezuela llegara a los Juegos Olímpicos (Barcelona 92) cuando lograron clasificar en Portland. Es más, ahí está todo. Es un héroe. No sólo en Portland, como lo pueden conocer algunos. Es un héroe nacional por esa y muchas cosas más. Y lo que me molesta es que la gente lo puede ver en la calle y ni siquiera mirarlo con respeto”, reclama con resentimiento.

Por eso, Greivis pone su propia meta con respecto a Herrera Alleyne. “Ojalá y pueda alcanzar y pasar todos los logros que tuvo él en su carrera. Es un hombre educado, con ética de trabajo, con perseverancia, profesionalismo. Aunque para ello, primero debo llegar a la NBA”.

Su tan ansiada meta…

Semanas han pasado de arduos entrenamientos y estudios. Finalizando el mes de mayo presentó sus últimas pruebas para obtener su grado en la Universidad, y ahora sólo le queda la lotería del draft.

“Mira, eso del draft es como una “Polla” (quien dé más entra y gana). Yo lo único que puedo controlar en todo eso es trabajar duro. El resto, como todo, se lo dejo a Dios”.

A Greivis no le importa con qué equipo llegue, siempre y cuando le ofrezca la oportunidad de demostrar porque alcanzó todo lo que tiene a nivel universitario.

“La verdad no estoy pendiente de con quién pueda llegar. Sólo pido la oportunidad de que me dejen mostrar mi juego. Si consigo eso, estaré bien por que estaré haciendo lo que deseo. Lo que me gusta, por lo que tanto he soñado».

Sin embargo, aunque no quiera, tiene una pequeña inclinación hacia un equipo, debido a lo que le ofrecería estar cerca de los suyos.

“Ojalá y pueda jugar con los Wizards de Washington. Estaría cerca de la gente que conozco y me ha apoyado siempre. Sería como estar en casa. Pero como te dije, si no es con ellos, no importa. Sólo quiero una oportunidad”.

Por: Gerardo Boscán/Mi Diario

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