Gabriel Cichero es uno de los que aprobó el nuevo sistema.
Una vez renovado el objetivo mundialista para 2014, César Farías también ha adaptado sus ideas al nuevo plan. Del primer esquema con dos líneas de cuatro y un par de delanteros, el seleccionador ha mudado ahora sus conceptos tácticos al 4-3-3, partitura que, según los mismos ejecutantes sobre el campo, no conlleva una mayor dificultad que la adaptación.
“Tampoco es que tiene misterios, no es la fórmula secreta, es un esquema que nos ayuda a explotar los espacios en la ofensiva”, aclaró Alejandro Moreno, quien no estará ante Colombia y Ecuador, pero ya vivió desde adentro los detalles del dibujo.
“Yo creo que sí puede ser bueno, porque tenemos jugadores rápidos y con mucha calidad”, opinó Emilio Rentería, quien admitió nunca haber jugado bajo esa idea táctica. En un caso similar está César González, aunque el de San Luis afirmó que la idea le “gusta”. A él le sigue Alejandro Guerra: “Me motiva mucho porque es ofensivo”.
Sus pros y sus contras
“Es un sistema muy ofensivo”, repitió el defensor Gabriel Cichero, quien también afirmó que el concepto lleva atada una mayor exigencia en sus labores. “Si bien sigue siendo una línea de cuatro atrás, con dos volantes defensivos uno siente más la marca”, aseguró.
Esos volantes son una piedra fundamental en la edificación del esquema. “Deben darle salida al equipo. Tienen muy poco margen de error porque un contragolpe ahí puede ser mortal”, advirtió Salomón Rondón, quien juega bajo esa idea en el Málaga. “Cuando llegue la hora de atacar hay que tener cuidado, no es ir por ir”, avisó “Maestrico”.
“El 4-4-3 es un buen sistema tanto para atacar como para defender, pero hace falta tiempo para acoplarnos y eso en la selección es un poco más difícil que en los equipos porque no se convive todos los días”, detalló Rondón desde Málaga. “Lo más importante es que cada uno tenga claro su papel dentro de la cancha”, agregó Moreno en el mismo sentido.
Para esa adaptación, Cichero aboga por la jerarquía. “A la selección deben ir siempre los mejores y uno como jugador de selección debe tener el nivel para adaptarse a cualquier sistema”. “Al final son 11 contra 11”, hizo balance Moreno.
Nueva idea, nueva identidad
El nuevo sistema táctico es también una declaración de intenciones, de rejuvenecidas intenciones, como lo afirma Guerra: “Con este esquema los rivales tendrán que cuidarse más, porque es muy ofensivo”. Su lectura coincide con la de González, quien considera que la próxima eliminatoria debe ser la del paso definitivo y el cambio de sistema ayuda a esa nueva personalidad. “Es parte del plan, de la identidad que debe ir teniendo el equipo”, apuntó “Homerito”.
El siguiente paso del plan ahora será seguir ajustando. Para eso será fundamental ver la colocación de las nuevas piezas como, por ejemplo, Guerra. “Yo estoy acostumbrado a jugar abierto, pero también puedo hacerlo en la primera línea. Aunque si me toca jugar de central, lo haría”, propuso. “Yo soy delantero, pero aquí he jugado como volante por la derecha”, alzó la mano Rentería desde Columbus. Otro como Ronald Vargas se postuló para ser extremo, “por cualquiera de las dos bandas”.
Con talento y disposición de parte de los ejecutantes, queda ya de parte del técnico sacar el mejor provecho. “Si Farías apuesta por ese dibujo es porque cree que es lo mejor para el equipo”, rescató Rentería. Sólo los resultados en la eliminatoria le pueden dar o quitar la razón.
Dani Hernández se gozó el llamado
“Yo sé que algo así no pasa todos los días”, admitió Dani Hernández luego de su partido del miércoles. En lo que era su debut oficial este año, ante el Puertollano por la Copa del Rey, el meta caraqueño se destacó como salvador al detener los tres disparos rivales en la tanda de penales. “Uno tiene intuición e intenta adivinar, pero sí, tuve algo de suerte también”, afirmó el golero, quien celebró en grande su segunda convocatoria. “Mi objetivo es el mismo, ponérselo difícil al técnico”, adelantó.
Por: Daniel Prat/Líder
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