El estratega asegura que el "Caracas cambió de la noche a la mañana".
Un lapso de casi dos meses de vacaciones ha sido suficiente para Noel Sanvicente. El descanso junto a su núcleo familiar le ha permitido relajarse, desconectarse de su ajetreada profesión y reordenar sus ideas. Aunque su teléfono no ha estado nunca apagado, sus acercamientos con equipos venezolanos y del exterior no han terminado en nada concreto; no obstante, ayer en su visita a la redacción de Líder habló sobre la propuesta de un club que lo ha convencido: Real Esppor podría ser su nueva casa en los próximos días.
–¿Qué falta para que se defina su situación?
–Faltan detalles para decir que ya es un hecho, pero las conversaciones están avanzadas. Esta semana podría definirse, porque en los encuentros que hemos tenido ambas partes nos hemos sentido a gusto. Nos hemos entendido muy bien y espero que se puedan resolver pronto esos detalles.
–¿Cuáles son esos detalles?
–Yo les he hablado de que hay que crecer como institución, hacer debutar jugadores de la misma escuela, trabajar con los entrenadores capacitados que ya tienen. Queremos desarrollar juveniles, que es a lo que siempre he apuntado. Apuesto por el trabajo, para luego recoger los frutos con los títulos, que no llegan de la noche a la mañana.
–¿Con quiénes tomaría la decisión final?
–La familia es muy importante. Ese es mi combo con el que me voy a todos lados. Sería importante quedarnos en la capital, porque ellos están aquí. Lo he conversado con mi cuerpo técnico y ellos también están esperando a que se resuelva.
–¿Se reencontraría el equipo de trabajo que tuvo en el Caracas?
–Es lo normal, son muchos años de trabajo juntos. Con Paladini hablo todos los días. Hasta algunos jugadores me dijeron “para donde vaya, yo me voy”. En el Caracas era normal que la mayoría de los jugadores siguieran de un año a otro. Ahora no es mi problema si la gente se va al Esppor conmigo. Yo sólo pensaré en mi trabajo, en mi equipo.
–Pero no negará que le resultará extraño dirigir a otro equipo y enfrentarse al Caracas.
–Será extraño, pero es algo normal dentro del fútbol. Yo soy profesional, aunque está claro que fue duro dejarlo, no ir a Cocodrilos todas las mañanas, pero lo he ido asimilando con el tiempo. No me alegrará ganarle al Caracas. Buscaré ser campeón, deseándoles lo mejor a ellos.
–¿Qué es lo que más extraña?
–La fanaticada. Con los jugadores sigo teniendo amistad. La barra y yo crecimos juntos. Cuando los escucho que me cantan me dan ganas de llorar, no es algo fácil de olvidar; sin embargo, yo les digo que esto continúa, que sigan apoyando al equipo esté quien esté, con el mismo respaldo de siempre y sin violencia.
–¿Cuándo volverá al Olímpico?
–Quizá vaya el domingo o en la final. No tengo por qué esconderme. Vivo el fútbol 24 horas al día y no tengo que privarme de eso. Si la barra me recuerda, me dará alegría y me pararé a saludarlos. Extraño a esa gente que creció conmigo.
–¿Cree que el Caracas será el campeón del Clausura?
–Para eso trabajamos desde la pretemporada. Yo salí, pero el equipo estaba jugando bien. Íbamos hacia delante, presionábamos arriba. El último día les dije que siguieran buscando el campeonato, que no habíamos estado derechos en la Copa, pero que había que conseguir la estrella 11. Los jugadores sacarán la cara y llevarán al equipo a ser campeón.
–¿Cuál es su balance de su paso por el club?
–Lo que pasó al final no puede tapar todo lo que se hizo. Yo le di mucho al Caracas, y el Caracas me dio mucho a mí. Me queda como aprendizaje que en el fútbol no debe haber acuerdos de palabra, sino que todo debe ser por escrito. Philip (Valentiner) no es el malo de la partida como se quiso hacer ver. Fue un momento en el que dos personas impulsivas no tuvimos equilibrio y pasó lo que pasó.
–Entonces, el balance es positivo.
–No sabía que iba a estar hasta mayo. De palabra, pensé que el contrato era hasta diciembre, pero ya está, eso es pasado. Me quedo con la idea de que al equipo que dirija debe ir al frente y trabajar día a día para ser campeón. Si eso es una dictadura, lo lamento. Es una forma de trabajo dura, disciplinada, para que el jugador esté preparado. Lo que sé es que a “Chita” no le pueden comprar el alma.
Plan atractivo en la capital
En las conversaciones de Noel Sanvicente con la directiva del Real Esppor, que preside Ricardo González, ha habido muchos puntos de encuentro: “Es muy atractivo lo que me ofrecieron. Su proyecto y el mío van en la misma dirección. Hay mucha gente involucrada, incluso portugueses que han trabajado conmigo en el pasado”. Las exigencias del entrenador también han estado sobre la mesa. “Les he pedido que deben tener un terreno propio, una estructura, que sea un club y no un equipo”, señaló. Los vínculos del Esppor con equipos del exterior también son un punto a favor para Sanvicente. Sus caminos parecen condenados a encontrarse pronto.
“Chita” apuesta por los favoritos para el Mundial
El Mundial también fue tema de discusión en la charla con Noel Sanvicente. Aunque sus pronósticos respecto al juego que se verá en Suráfrica no son esperanzadores, sus favoritos no estuvieron alejados de la lógica.
“Va a haber pocos espacios, estilos conservadores. Nadie va a querer regalar nada y serán ataques y defensas en bloque. Creo que no van a haber innovaciones tácticas”, dijo.
Para el ex entrenador del Caracas, los candidatos serán los mismos de siempre. “España es el que mejor fútbol practica, y con eso siempre hay más posibilidad de ganar. De Italia nunca se habla, pero siempre llega. Brasil es Brasil, y no se puede descartar. Al final, el Mundial es del que mejor llega y aprovecha las oportunidades”. ¿Sorpresas? “Me gusta Costa de Marfil, pero para mí la Copa se va para Europa”.
Por: José Manuel Valladares/Líder
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