Oswaldo Vizcarrondo es uno de los ejes de la defensa.
Los treinta años y cinco meses que reflejan su pasaporte no es lo único que hace que a Oswaldo Vizcarrondo lo respeten tanto en el vestuario de la Vinotinto, su voz ha pasado a ser la de más experiencia en el módulo que realiza Venezuela en Madrid, en donde Noel Sanvicente intentará seguir dándole forma a su proyecto al mando de la selección nacional.
Una segunda escala luego de los primeros dos amistosos con los que inició el nuevo ciclo contra Corea del Sur y Japón.
Para Vizcarrondo, este módulo es una gran oportunidad en la que puede seguir recuperando terreno. “Se perdió mucho tiempo buscando a la persona indicada para que nos dirigiese”, opinó con franqueza el zaguero. “Ese tiempo debemos ganarlo ahora con trabajo, y si se puede, con trabajo extra. Si el cuerpo técnico puede, debe darnos la información de lo que quieren, sería buenísimo cualquier tipo de videos”, dice con una preocupación genuina sobre los procesos de trabajo del equipo nacional.
En esa lucha, el defensor de la zona central cree que los 10 días en los que van a convivir en Madrid pueden ser provechosos. “Juntar al grupo siempre es importante. Tanto para el tema personal como para el cuerpo técnico”.
Todo va sumando para adelantar el proceso porque si la adaptación es muy lenta –avisa– “podemos perder puntos en la eliminatoria y para la Copa América”.
A meses de iniciar su cuarta eliminatoria, el futbolista del Nantes francés sabe que puede aportar adentro del campo, pero también afuera.
“Le comenté al cuerpo técnico –afirmó– que sería bueno informarse con otros cuerpos técnicos que hayan vivido eliminatorias, porque en la adaptación a cada plaza se van perdiendo puntos y eso es algo que nosotros no podemos permitirnos”.
Sin esconder sus opiniones, aunque sean críticas, Vizcarrondo intenta también ir más allá y aportar soluciones. “Sé cuál es mi rol, dentro y fuera de la cancha. Sé que debo tratar de tener cierto liderazgo, aconsejar a los jóvenes, y si el grupo me lo permite, ser alguien que aporta al vestuario”.
Puntos de encuentro
Pese a que de primera mano el ciclo de Sanvicente tiene poco en común con el del anterior seleccionador, César Farías, Vizcarrondo cree que esas diferencias entre uno y otro no son tan grandes.
“Cada técnico tiene su forma de pensar y cada uno de los estilos es respetado. La última etapa de César es parecida a esta de ‘Chita’, ambos buscan tener velocidad adelante y presionar en cancha contraria”, opinó el zaguero.
“Para presionar se requiere una exigencia física grande, porque si el rival sale de esa presión la cancha se nos hace grande”, analizó mostrando madera de comentarista de televisión.
“En los dos partidos en Asia también tuvimos problemas con las segundas jugadas, nos hicieron daño, pero son cosas que debemos trabajar. No es lo mismo defender en la mitad de la cancha que al borde del área, son exigencias diferentes y a las que hay que adaptarse”, prosiguió el caraqueño. “Para poder presionar bien hay que trabajar mucho, porque cuando alguien presione mal, cuando alguien haga un mal movimiento, nos va a traer consecuencias en la defensa”.
Y eso, justamente, es una de las tareas que intentará cumplir la selección en el módulo que arrancó ayer en Madrid. Unos días en los que la Vinotinto intentará recuperar ese valioso tiempo perdido al que hace referencia Vizcarrondo desde su puesto del más experimentado.
Sonrisas en Nantes
En el último mercado de transferencias, Oswaldo Vizcarrondo estuvo cerca de salir del Nantes, en la Primera División de Francia, rumbo a la Seria A de Italia. “La posibilidad estuvo, pero hay una limitante que es el pasaporte”, explicó el zaguero sobre la opción de obtener la nacionalidad italiana. “Es un caso especial, que hay que ir a juicio. Tengo casi cuatro años gestionando eso, ojalá salga para el próximo mercado, pero de verdad mi cabeza está metida de lleno en el Nantes. El grupo es muy bueno y la ciudad nos tiene muy contentos a mi esposa y a mí”.
Por: Daniel Prat/Líder
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