Venezuela no pudo con Tunez en el debut en el Mundial.
Dominó y movió el balón, pero Venezuela no pudo tener el estreno que quería en la Copa del Mundo Sub 17 de Emiratos Árabes 2013. Perdió con Túnez, 2-1, en la apertura del Grupo B y tendrá que reaccionar frente a sus próximos adversarios, Japón, el lunes que viene, y Rusia, el jueves, para buscar la clasificación a la siguiente fase del torneo.
Un tiro cruzado de Nicolás Márquez, bien colocado, significó el gol que dio esperanza en el minuto 51, después de que la segunda mitad empezara de la peor forma posible, con un penal de Diego Osío sobre Mohamed Ben Larbi tan inocente por parte del futbolista criollo como riguroso por parte del árbitro. El mismo Ben Larbi convirtió la pena máxima en el 47.
Venezuela había demostrado condiciones para sacar un mejor resultado. El equipo dirigido por Rafael Dudamel generó fútbol en su debut mundialista y siempre estuvo cerca del gol. Sin embargo, Túnez fue el equipo que mejor sacó provecho a sus chances.
Los africanos habían terminado la primera parte del partido con ventaja de 1-0 gracias a un gol de Chiheb Jbeli en el 25.
La primera gran ocasión del encuentro fue de Nicolás Márquez, tapada por el portero rival Sabri Ben Hesen, la figura de los suyos. El arquero también brilló al sacar un tiro libre de David Zalzman. Metió un manotazo y la pelota fue al poste.
Cuando Venezuela mejor jugaba, llegó el tanto de Túnez, tras una mala salida del guardameta vinotinto Beycker Velázquez.
Los criollos apretaron pese a la desventaja y la expulsión de Akrout por doble amonestación a los 38 presentaba la oportunidad perfecta para reaccionar.
La última ocasión de los venezolanos antes del descanso se produjo en otro tiro libre, cobrado por Francisco La Mantía. Otra vez Ben Hesen apareció para evitar la caída de su arco. La vinotinto soñaba.
Nada más arrancar la segunda mitad vino el penal que amplió distancias por los africanos. Venezuela, lejos de derrumbarse, supo controlarse y acercarse a través de Márquez.
Dar la vuelta al choque parecía posible, se sentía. No obstante, no fue posible. Dudamel metió todo lo que tenía en cancha. El marcador fue cruel con Dudamel y sus muchachos, que no merecían tanto castigo.
Vía: El Universal
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