FútbolLiga de Campeones

¡Perdió el fútbol y ganó el coraje!

1
Lionel Messi no pudo esta vez guiar al Barcelona.

Lionel Messi no pudo esta vez guiar al Barcelona.

Lionel Messi no pudo esta vez guiar al Barcelona.

Treinta y cinco oportunidades manifiestas de gol entre los dos partidos, 72% de posesión de balón, y un penal a favor, no bastaron para que el FC Barcelona pudiera llevarse la eliminatoria. El coraje de los ingleses pudo más que la incesante propuesta ofensiva culé. Otra vez el arte de lo impensado (el fútbol) nos recuerda que la victoria no siempre la tiene quien mejor praxis practique, sino aquel cuya capacidad resolutiva frente al arco sea mayor, y hoy fue el Chelsea.

La previa vaticinaba una copia al carbón de lo que fue el pasado miércoles en Stamford Bridge, y la sistematización de Guardiola para esta entrega, así lo confirmaba. Desde el inicio, la línea de tres del clásico se repetiría, teniéndolo a Mascherano como líbero, stopper por la izquierda a Puyol y por la derecha a Piqué, adelante el acostumbrado rombo con un elemento más, Cesc, y los delanteros, Messi, Cuenca y Alexis, en antítesis, el Chelsea no deshojaría ni una página del libreto utilizado en su feudo, el extraño 4-5-1, que en momentos pasaba a ser hasta un bloque de 10 jugadores en menos de 15 metros se mantuvo. Así le parecía correcto a Di Matheo, y así lo desarrolló el cuadro londinense.

Desde el pitazo inicial, la pelota se estancó en los pies azulgranas, siendo la amplitud del campo y los circuitos cortos, los principales fundamentos utilizados para derribar esa analogía del muro de Berlín versión 2012 que el Chelsea mostró en todo el partido. Simple, cortar y revolear, filosofía abstracta, pero filosofía al fin. Mientras más lejos estaba el balón, mejor se sentía el bloque defensivo, quienes sólo pudieron concatenar 62 pases en el primer tiempo; Por el otro lado, la eterna paciencia culé. Circulando el balón, partiendo desde la zona medular, y culminando en las bandas, buscarían las fisuras blanquiazules, y aparecería una al minuto 35, cuando una descarga de Alves hacia la izquierda, produciría un centro al corazón del área que Busquets aprovechó para mandarla al fondo de la red, 1×0.

Después del gol, el Chelsea adelantó el bloque y comenzó a presionar los receptores, naturalmente, esto abriría la cancha y el Barcelona buscaría el segundo. Una jugada engendrada en los pies de Messi, terminó en una definición precisa de Iniesta. 2×0 y los pupilos de Pep se sentían en Munich, pero el destino les regaló una treta que ni el hincha inglés más ferviente podría imaginar. Cuando todo estaba listo para finalizar el primer tiempo, un pase de genio, de crack, de magister, de Frank Lampard, habilitó a Ramires, quien le pintó una vaselina a Valdes, al más puro estilo de Raúl. Balde de agua fría en el Nou Camp, y se iban 2×1 al descanso. Antes, Terry fue traicionado por su superyó, cometiendo una falta sin pelota a Alexis Sánchez que el árbitro turco no dudaría en sancionar con expulsión. Chelsea afrontó la segunda parte de la obra con un jugador menos.

El segundo tiempo sería un trozo de cualquier novela de Agatha Christie, confuso, inexplicable, engañoso, y sobre todo increíble. Un equipo arrimado a su arquero, y otro que no hallaba el espacio para concretar sus genialidades cotidianas. Messi erró el penal, y a partir de ese momento el dramatismo llenó la atmósfera del Nou Camp, que veía como el sueño de Munich se disipaba. Cuando el frenetismo superaba cualquier estatuto táctico, un balón perdido quedó en los pies de Fernando Torres, quien aprovechando la inocencia de Valdes, lo regateó y marcó el 2×2, más que definitorio, sepulcral.

Hoy perdió el fútbol total, la filosofía de la perfección, y ganó el físico, la garra y la capacidad de retención. La final de la UEFA Champions League ya tiene un finalista, el Chelsea esperará con su “ticket VIP” al ganador de la llave que se definirá este miércoles entre el Real Madrid y el Bayern de Munich.

Por: Geoff. I Hernández

Twitter: @GeoffHernandez

El Fenway Park de Boston llega a un siglo de historia

Previous article

Manuel Arteaga: “Tenemos que seguir remando”

Next article

You may also like

Comentar

More in Fútbol