El balompié venezolano no ofrece ganancias a sus equipos.
“El fútbol nacional da números rojos”, así de concreto fue Ricardo Villarroel, gerente de Trujillanos y sus palabras encontraron respaldo en voces de muchos otros dirigentes de la Primera División.
“Esta actividad en Venezuela no genera ingresos”, expuso Francisco García, directivo de Llaneros, mientras que Daniel Morotti, jerarca de Yaracuyanos, habló de lo “poco rentable” del torneo local para cualquier conjunto. “Puedo decir que esto no es un negocio”, sentenció Jean Carlos Campos, gerente de Tucanes.
En resumen, al final de cada temporada no hay ingresos que superen los gastos que acumuló cada uno de los 18 protagonistas de la máxima categoría.
“En utilidades aquí no queda nada. Solo con sponsors y taquilla no da”, cuenta, de su experiencia, Ricardo González, dueño y presidente del Real Esppor, uno de los tres conjuntos de la capital.
Rafael Chavero, cabeza visible de la directiva del Petare, otro equipo de la misma plaza, expone que “la mayoría de los equipos de Primera no generan ganancias ni siquiera como para reinvertirlas en el propio equipo. Este es un torneo caro, las temporadas son largas y con muchos viajes; además, las nóminas resultan muy altas porque los salarios terminan abultados por aventureros que incursionan distorsionando el standard”.
A esas particularidades se suma que “no son solo los gastos operativos del equipo profesional, por obligación cada uno debe tener activas las categorías sub-20 y sub-18 y eso implica muchos traslados y todo lo demás que conlleva. También hay que considerar que ya el fútbol profesional toca toda la geografía nacional y entonces en materia de viajes los gastos altos”, apunta Francisco Wadskier, vicepresidente de Carabobo.
En materia de trabajos, varios de los dirigentes apuntan que las cifras para un partido en la carretera reflejan gastos que pueden ir desde los 40 hasta 80 mil Bs.F, dependiendo del número de personas que integren la expedición, la plaza y el hotel en que se aloje el equipo. La suma puede subir a 120 mil Bs.F cuando se trata del viaje de cuatro días a Puerto Ayacucho, de nuevo dependiendo de las comodidades que busque cada conjunto, pero como recuerda Miguel Mora, gerente del Aragua, “el deber ser, o lo que la mayoría busca hoy es que un club profesional goce de las mejores condiciones de viaje y estadía, por lo que puede pesar eso en su rendimiento”. Mora apunta que los costos se pueden reducir, como en el caso de su institución, con convenios.
Así, cuando los presupuestos de los equipos pueden variar entre los 6 y más de 20 millones de Bs.F. para el torneo “ni jugar una competición continental te garantiza equilibrar las cuentas a final de la temporada”, expresa Villarroel. Por eso “llega mucha gente motivada en hacer negocio en el fútbol y a los dos o tres años se va”, explica Juan Pereira, hoy gerente de Mineros, pero en el pasado fundador del Anzoátegui. “La diferencia de comercialización entre la selección y el torneo local es inmensa”, cerró.
Por: Juan Sifontes/Líder
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