Giancarlo Maldonado celebró el tanto de la victoria.
El grito de gol de Giancarlo Maldonado fue todo un desahogo. Atlas logró conseguir su primera victoria del campeonato, en un momento en que las llamas del infierno porcentual comienzan a quemar, y en un momento en que Atlas estuvo obligado a ser determinante, impuso sus condiciones ante el mismísimo superlíder del torneo, para ampliar su margen de distancia sobre Estudiantes Tecos.
Ante la derrota de los zapopanos, quienes viven su infierno propio y ajeno al del descenso, y tras 14 días sin un técnico fijo, Atlas también comenzaba a sortear sus propios fantasmas, luego del ultimatum que Juan Carlos Chávez, estratega rojinegro, se autoimpuso durante la semana: la victoria o el adiós. Por fortuna, para el estratega zamorano llegó lo primero.
Giancarlo Maldonado también se sacudió esa mala vibra que, hace 15 días, se posó sobre él y que parcialmente se pudo sacudir con su gol ante Querétaro. El venezolano erró un penal vital ante Cruz Azul, y esta noche fue artífice clave en la victoria rojinegra.
Ahora son cuatro puntos los que separan a los Zorros de los tecolotes, con un enfrentamiento directo en puerta, el cual será la siguiente semana, y que puede ser determinante para la lucha porcentual, pues en caso de ganar, Atlas se pondría a siete puntos de distancia de los zapopanos.
Al Atlas le costó trabajo tomarle el ritmo al partido, y en el primer tiempo solamente tuvo ocasión de generar una sola ocasión de peligro.
Flavio Santos, uno de los elementos más peligrosos en el encuentro, fue el que estuvo cerca del gol, al 26′, luego de un remate de cabeza y que de manera casi milagrosa, pudo salvar el arquero Alfredo Talavera.
Pero Atlas tomó ventaja en el arranque de la segunda mitad, cuando tras el cobro de un tiro de esquina, desde la derecha, Facundo Erpen apareció en el primer palo para peinar el esférico y a segundo poste aparece Giancarlo Maldonado empujando la pelota y por fin, reconciliándose con la afición rojinegra, que ante Cruz Azul le recriminó su yerro, en el cobro del penal de hace 15 días.
En contraparte, Toluca fue errático, sus elementos clave nunca aparecieron, el goleador Iván Alonso fue errático ante las pocas situaciones que generó, Sinha estuvo inédito.
Como si fuera poco, el defensa Edgar Dueñas salió expulsado, por doble amonestación, en la recta final del encuentro.
Al final, la explosión de júbilo del aficionado, pareció una muestra de solidaridad con el plantel y el cuerpo técnico, que así ahogó las penas acumuladas durante tres semanas, con un panorama favorable y menos agobiante en la lucha por no descender.
Vía: Mediotiempo
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