Carlos González se bajó de la camioneta a recibir la placa de manos de Eveling Trejo.
La decepción y las caras largas aparecieron tras la espera por más de tres horas bajo el intenso sol, en los 500 niños, cuando Carlos González no efectuó, ayer, la clínica de béisbol que organizó el Instituto Municipal del Deporte y la Recreación con 25 escuelas de la pelota menor en Maracaibo. El inicio de la actividad estaba prevista para las 10 de la mañana y para ello los asistentes se ubicaron en las gradas del “Alejandro Borges”, mientras esperaban al grandeliga zuliano.
Una hora después, los niños fueron agrupados en el engramado del estadio, la sensación era que la jornada estaba a punto de comenzar.
Inmediatamente después, la clínica dejó de ser un acto deportivo al ser anunciada la presencia de la alcaldesa de Maracaibo, Eveling Trejo de Rosales, quien llegó acompañada de una gran cantidad de asistentes y personal de seguridad.
Pero a quien todos querían ver y hablarle, la estrella de los Rockies de Colorado, arribó más tarde en una camioneta, acompañado de escoltas y peloteros, incluidos Guillermo Quiroz y Rodney Medina.
Al ver a Carlos, los peloteritos aplaudieron, pero para la sorpresa de todos, “CarGo” llegó sólo a recibir una placa de reconocimiento por parte de la alcaldesa, nada de tomar un bate ni compartir con sus seguidores más fieles.
Luego de las fotos de rigor, el ganador del premio Luis Aparicio expresó: “Estoy muy agradecido por este reconocimiento que estoy recibiendo por parte del Imdeprec, realmente uno no se cansa de recibir premios”.
“Que se sigan esforzando (los peloteros), que cumplan con sus sueños, especialmente jugando a la pelota de la manera correcta, con pasión y entrega. Escuchen a quienes los aconsejan, a sus padres, a sus coaches y a sus técnicos, que esos son los que lo van a llevar hasta la cima”, dijo el segundo zuliano que obtiene un Guante de Oro como jardinero.
Tras esta afirmación, el marabino se ocultó dentro de una camioneta estacionada frente al dugaut. Los presentes esperaban que la estrella saliera de nuevo y ofreciera la clínica a sus ilusionados admiradores: los niños que lo esperaban desconcertados.
Pero no fue así, el jardinero de las Águilas del Zulia se retiró dejando atónitos a los niños que pedían un autógrafo o una palabra de aliento por parte de González.
Según Fabiola Bohórquez, vocera del astro de los Rockies de Colorado, “Carlos no pudo quedarse en el estadio porque el Imdeprec no propició las condiciones de seguridad y logística esperadas por el grandeliga”.
Bohórquez añadió que “la actividad con los niños se salió de control, pues había muchas personas dentro del terreno que no debían estar ahí. Era una clínica para los niños”.
Mientras “CarGo” se alejaba, Ariángel Fuenmayor, de 7 años, lamentó: “Perdí un día de clases y Carlos González ni nos miró. Sólo vino a sacarse una foto con la alcaldesa”.
Guillermo Quiroz cumplió con la actividad.
La jornada siguió. La mayoría de los peloteritos volvió a casa con la cabeza baja, pocos se quedaron a escuchar las enseñanzas de los aguiluchos Guillermo Quiroz y Lino Connell, así como de los veteranos Leonel Carrión y Lipso Nava.
Quiroz dirigió unas palabras a los niños para tratar de organizarlos en el terreno de juego y poder así comenzar la jornada.
El careta de los Padres de San Diego ofreció sus experiencias como profesional a los futuros receptores. “Deben tener disciplina, dedicación y trabajar duro para llegar a ser peloteros profesionales”, indicó Quiroz.
El viejo estadio Alejandro Borges ahora fue testigo de la decepción de los niños.
Por: Nelson Paz/Panorama
