Los oncenos venezolanos que recientemente han participado en copas internacionales, léase Libertadores y Sudamericana, parecen sufrir de una enfermedad que bien podemos bautizar como “Discretismo futbolero”. Los principales síntomas de este penoso mal son el resultadismo y el conformismo, más la consecuencia final es la dura y dolorosa eliminación.
ÚLTIMO CASO
La caída de Caracas FC en Bogotá contra el Independiente de Santa Fe, después de tener un primer tiempo donde demostró ser completamente superior, es el último caso de “Discretismo futbolero” que se vivió en nuestro país.
Aunque el paciente todavía está con vida y con gran posibilidad de pasar en el partido de vuelta, no comprendemos por qué cada vez que nuestros combinados compiten de visitante en Sudamericana o Libertadores pasa lo mismo.
No importa si somos superiores en el papel, e incluso en el campo, el conformismo nos pega cuando marcamos un gol de visitante como si en el fútbol de hoy fuese suficiente marcar en casa ajena para liquidar una serie de 180 minutos.
No sólo le pasó a los “Rojos del Ávila” sino también al CD Lara, equipo que ganó con solvencia en casa, pero que salió goleado ante los mismos cardenales cafetaleros.
Mirándolos jugar, con todas las limitaciones de una pantalla de televisión y todo el respeto que esto conlleva, la mediocridad técnica a la hora de asumir los partidos es para producir verdadera vergüenza en los fanáticos de esos conjuntos y en todos aquellos que vivimos el fútbol venezolano y queremos que crezca a nivel internacional.
Tal parece que técnicos como Carlos Hernández y Ceferino Bencomo son incapaces de planificar mirando más allá. Demuestran sus carencias a la hora de asumir una temporada donde no saben qué hacer cuando tienen más de un frente y resultan indecisos si usar sus principales fichajes, los veteranos o los jóvenes en cada contienda.
Sin entrar en mucho detalle, me parece que hay que poder pensar que se puede ir más allá… que clasificando a segundas rondas se puede ganar no sólo prestigio sino una cantidad de dólares que bien puede ayudar a los equipos en sus gastos.
Que incluso ellos, hombres que han trabajado por el fútbol criollo, pueden sumarle cosas importantes a su currículo siempre y cuando se asuman las cosas con ganas de ser grande y no con ganas de ser simple.
No por casualidad las tres grandes referencias históricas a nivel de “clubes” en el balompié nacional vienen del Estudiantes de Mérida de Richard Páez, el Deportivo Táchira de César Farías y el Caracas de “Chita” Sanvicente. ¿Es quw no hay más DTs en Venezuela que puedan creer más?
BUENA CAMPAÑA
Con motivo de cumplirse recientemente los siete años del inicio de las obras del Centro de Alto Rendimiento del fútbol nacional en Margarita, varios medios de comunicación, especialmente los electrónicos, se han dado la tarea de colocar hasta contadores en una campaña que me parece más que interesante.
Por ejemplo, en la página (www.planetavinotinto.com) se lee algo como: Al día de hoy tenemos un atraso de 7 años 4 meses y 4 días… Venezuela espera la culminación del centro de alto rendimiento.
Si esto tiene algún interés escondido, no lo sé, sin embargo creo que es una manera de despertar a la opinión pública en algo que, por lejano, parece no importarnos mucho y es ese “elefante blanco” que nos prometieron como el gran cacao del fútbol nacional y la gran bandera de Rafael Esquivel tras más de dos décadas de mandato en la Federación Venezolana de Fútbol.
Va siendo tiempo de concentrarnos tanto en detalles vinotintos y mirar a esa obra que a futuro pudiera ser referencia… pidamos explicaciones, pidamos castigo a los responsables de la indolencia de algo donde, incluso, hay dinero del estado (es decir de nosotros mismos)… ¿O es qué no nos duele?
EMPEZÓ LA NOVELA
Esta semana empezó la novela de la TV con el fútbol de Primera División. O por lo menos empezaron los desamores… Lo que todo parecía ser color de rosa pasó de medias tintas esta semana cuando Deportivo Petare y Deportivo Táchira no quisieron cambiar sus partidos para conveniencia de la satelital Directv.
En anteriores oportunidades la TV improvisó e hizo lo que quiso con los “clubes” cambiando horarios, fechas, etc… Trascendió que no existe en el convenio de televisión una cláusula que obligue a los conjuntos a servir las parrillas de programación de los canales. Esta semana seguro será de movimiento por las oficinas de la FVF porque el culebrón promete más emociones y desamores. Y este fin de semana la afición es la que sale perdiendo… pero así parece ser su destino.
Ahí se las dejo…
Por: Ernesto Vera
Twitter: @ernestovera
Correo: [email protected]
