Los hilos que manejan la Federación Venezolana de Fútbol cada vez oscurecen más, siendo el principal titiritero el nada célebre Rafael Esquivel, quien a consecuencia del crecimiento del fútbol venezolano se ha perpetuado en la silla del ente rector del balompié criollo.
El fútbol venezolano ha crecido a nivel de selecciones a pesar de no haber ganado nada, se ha clasificado a dos mundiales de categorías menores, pero seguimos siendo la única selección de Suramérica sin lograr la clasificación a la magna cita. Sin embargo, apartamos de golpe y porrazo el mote que nos persiguió por más de 50 años, aquel odioso sobrenombre de “cenicienta”, cuando por fin encontramos la anhelada zapatilla de las victorias.
La presencia de Esquivel en la FVF para muchos es necesaria, otros piden su salida a viva voz, varios escándalos de corrupción han intentado salir a la luz pública pero el presidente ha sabido torearlos y no han repercutido en su mandato que se ha extendido inexplicablemente por más de 20 años (asumió su cargo en 1987).
Guisos y una botella de vinotinto
Los negocios (búsquedas de amistosos) de la FVF cada vez huelen peor, los partidos amistosos son ante equipos relativamente inferiores, tampoco podemos pedir mucho pues no tenemos categoría mundialista, pero se exige un nivel competitivo como mínimo, pues yo prefiero perder con Brasil 5-0 que ganarle cinco veces a Haití 1-0.
La perpetuidad de Esquivel ha ocasionado que la federación se envicie y por ende se corrompa. Se exige un cambio de una vez por todas, y para eso los que aspiran al cargo de presidente deben trabajar duro y tener propuestas concretar para ganar dicho cargo.
El tiempo hablará por sí sólo y dirá quién tiene la razón, por los momentos no nos queda otra que apoyar a esta somnolienta vinotinto que no tiene alcohol. Aquel alcohol que nos embriagó en su momento de emoción con históricos triunfos que nos permitió salir del hoyo donde se estábamos metidos en el mundo futbolístico.
Por mi parte queda decir que la salida de Esquivel es justa y necesaria y los que representan la oposición dentro de FVF deben demostrar el por qué es hora de un cambio, pero mostrando proyectos verdaderos y que sigan revolucionando a nuestro fútbol sin caer en anacronismos ni ideas vacías. Amanecerá y veremos.
Por: Gabriel “Gabo” Chávez
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