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Juego Legal: El laberinto de los espejismos

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Nos da mucha alegría reintegrarnos a este espacio de opinión y debate como lo ha sido en poco más de seis meses de vida enlapizarra.com. A nuestro compañero y amigo Gilberto González el agradecimiento por dejarnos formar parte de un staff que bien parece un Dream Team. Hoy discutiremos principalmente sobre ese “Laberinto de los espejismos” que se ha convertido el deporte venezolano y para muestra un botón.

NI LAVAN NI PRESTAN…

Las tres medallas de oro que ganó el pesista venezolano Julio Luna en los Juegos Centroamericanos se presta para un análisis que bien podría asustarnos. Primero diremos, con todo respeto, que atletas como Julio Luna poco se ven: sus resultados le valieron años en la élite mundial; para él nuestro reconocimiento… Pero ¿qué hace compitiendo en Mayagüez?

Los CAC, desde varias ediciones, representan para el deporte del área una manera de medir a sus nuevas generaciones de deportistas, dejando para sus “caballos” los Panamericanos, Mundiales y Olímpicos.

Sin embargo, en Venezuela pasa lo contrario. Lo más seguro es que por culpa de espejismos como esas tres preseas, al término de Mayagüez 2010, Venezuela bien pudiera quedar segunda con una buena cantidad de medallas… los nuestros serían recibidos como los dioses de un olimpo inexistente. La pared de frente y las sonrisas se borrarán cuando tengan que rivalizar con la verdadera crema y nata, y esto viene pasando en muchos ciclos olímpicos consecutivos.

A LAS PRUEBAS ME REMITO

¿A qué están apostando las políticas deportivas de nuestro país? Luna puede competir en todos los nacionales y ganarlos, pero un atleta de 37 años que, naturalmente, ha bajado sus marcas ¿debe seguir siendo referencia del deporte nacional?

Las preguntas son muchas y las respuestas no ofrecen nada positivo. Por ejemplo, el referido levantador ganó sus tres oros con estos registros: 161 kilos levantados en la modalidad de arranque, 200 en envión y 361 totales; el ganador de la dorada en los Juegos Panamericanos 2007, el cubano Joel Mckenzie, realizó las siguientes marcas promedio: 175 arranque, 205 envión y 380 totales… con un resultado de hace tres años saque usted sus propias conclusiones.

¿Y EL RELEVO?

Pero hay otro tema más allá de las marcas y registros. ¿Qué pasa con las generaciones de relevo?

Aunque el diagnóstico podría decir que no hay atletas para superar a los que por años han estado, la respuesta es todo lo contrario y encontramos en Mayagüez 2010 tres pruebas.

¿Sabía usted que en la división de 105 kilos en las pesas el ganador de la medalla de plata fue otro venezolano? Sí, el zuliano Leomar Albarrán, con 13 años menos que Luna y seis kilos menos de peso corporal fue superado apenas por siete kilos totales por su experimentado compatriota. Entonces, ¿por qué no era mejor negocio darle la oportunidad al joven?  

Otro caso es el esgrima. El ganador del oro fue Silvio Fernández, quien venció en la final a su compatriota Rubén Limardo de siete años menos. ¿Tenía Fernández que probar en Mayagüez?

Incluso, nuestra misma abanderada, la esgrimista Mariana González se quedó con la áurea del florete gracias a que venció apenas por un punto en semifinales a su coterránea y cinco años menor Yulitza Suárez.

Es obvio que el relevo está, pero nadie parece darle el momento que ellos tanto esperan.

PROBLEMA DE QUIÉN

Como dijimos al principio, hablar de Julio Luna, Silvio Fernández, Mariana González, Alejandra Benítez, Yóger Medina, y otros es hablar de grandes deportistas venezolanos y nadie lo puede negar. Ellos van a defender hasta lo último sus lugares en las selecciones, lo que les seguirá garantizando becas, concentraciones, topes de preparación y otras consideraciones.

Es por eso que los entrenadores y dirigentes entran también en el ojo del huracán. Son ellos quienes deben permitir los relevos naturales y trabajar para que estos puedan superar a los anteriores.

Si me preguntan, creo que Albarrán, Limardo y Suárez (por citar sólo los tres casos que nombré) podrían ganarse a los veteranos, siempre y cuando se le garanticen las posibilidades y beneficios que los otros tienen años percibiendo. ¿O es que la rosca no la puede aflojar nadie?

SINO VEAN

El otro día desempolvando viejos diarios me conseguí uno del 4 de diciembre de 2003 cuando cubrí para el Diario La Verdad los Juegos Nacionales de Cojedes. El día anterior en la ciudad de San Carlos el IND, presidido entonces por Eduardo Álvarez, presentó el proyecto Esperanzas Olímpicas, el cual estaba centrado en apoyar a una serie de atletas a fin de conseguir resultados en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y China 2008.

Los elegidos en aquella ocasión fueron 31 atletas de los cuales sólo la taekwondista Adriana Carmona dio algún resultado. Entre los otros 30 que fallaron están Luna, González, Benítez… entre otros.

Cuando terminen los Juegos Centroamericanos seguramente habrá fiesta por la cantidad de medallas y logros de una delegación con “los mismos de siempre” (salvo algunas excepciones).

Será que nos van a seguir dando gato haciéndonos creer que es liebre…

Ahí se las dejo…

Por: Ernesto Vera

Twitter: @ernestovera

Correo: [email protected]

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