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«El Potro» dice que no ha pedido permiso para ir al Grammy

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Antonio Álvarez asegur

Antonio Álvarez aseguró que no ha pedido permiso.

La presencia de Antonio Álvarez en el roster de Águilas del Zulia ha generado reacciones encontradas en la fanaticada que asiste al estadio Luis Aparicio, «El Grande», de Maracaibo. Por un lado, una fuerte ovación e incesantes gritos femeninos se escucharon cada vez que iba a batear. Por el otro, sonoros abucheos de la mayor parte del público masculino se agudizaron cada vez que falló en un turno al bate.

Anoche, en la primera victoria de la temporada para los rapaces, «El Potro» no jugó, luego de irse de 8-2, con par de ponches, en sus dos primeros juegos. Pero más allá de su rendimiento en el terreno, el jugador fue blanco de críticas, especialmente a través de la red social twitter, al surgir una información sobre un permiso que pediría al club, en noviembre, para asistir a los premios Grammy Latino, en su faceta de cantante.

«No sé cuál es la gran noticia», dijo Álvarez al ser consultado sobre su posible ausencia del equipo para acompañar al dúo de reggaetón Chino y Nacho a la entrega de los premios musicales. «La noticia de hoy (ayer) es que el equipo ganó. No sé de dónde salió esa información. Esa posibilidad no se ha planteado».

Durante la conversación, en el clubhouse de las Águilas, «El Potro» aprovechó para disipar los rumores con el propio gerente general del club, Luis Rodolfo Machado, quien se acercó a saludarlo.

-Doctor, ¿en algún momento le he pedido permiso para ausentarme del equipo?

-No, en ningún momento.

Para el público zuliano parece imposible desligar la imagen del «Potro» pelotero a la del «Potro» cantante, algo que no le agrada mucho al jugador cuando salta al terreno.

«Yo vine a aportar. Lo que estoy viendo con preocupación es que se está generando una matriz de opinión y de información para distraer al equipo», indicó. «Yo lo menos que quiero ser es una distracción. ‘El Potro’ está aquí es para ayudar al equipo».

«Si estoy aquí para perturbar, sería el primero en acercarme al dueño para entregarle el uniforme y decirle, ‘señor Machado, muchas gracias por la oportunidad», acotó. «No sé por qué generan ese rechazo. Sólo ven al ‘Potro’ el artista y mi posición política. A pesar de eso, yo respeto su forma de pensar, porque a mí no me afecta, en lo absoluto, el comentario negativo».

En un país que se ha polarizado políticamente en los últimos años, Álvarez no ha ocultado su simpatía por el presidente Hugo Chávez, algo que, confiesa, le ha ganado la antipatía de muchos aficionados en los estadios.

«Sí, lo he sentido», dice sobre el rechazo de algunos fanáticos por su posición política. «Si soy parte de su distracción, porque mucha gente viene a desestresarse en un estadio, entonces es buena esa libertad de expresión».

«Lo negativo es que es difícil para mí traer (al estadio) a mi hija para que vea a su padre trabajar, porque el béisbol es mi trabajo, no es ningún hobby», explicó. «Y es difícil por todos esos insultos, esas groserías y vulgaridades. A nadie le gusta que le estén sacando la madre. Esa violencia la ve el niño. A mí no me afecta, pero sí a mi mamá y a mi hija, de 4 años, y no hallo cómo explicarle que eso es parte del espectáculo, porque no entiende qué es lo grave que ha hecho su papá para que lo humillen de esa manera. De esto depende mi familia, éste es mi trabajo».

«La política es parte de nuestras vidas y todos tenemos derecho al voto, y si no estás de acuerdo, que vote por su candidato», agregó. «Cada quien es libre de pensar como quiera, pero con respeto. Lo que no comparto es que defiendas tus derechos irrespetando a los demás. Si no quieres violencia, no la generes insultando. Apoyo las batallas de ideas, pero no la masacre verbal, ni tampoco odiar por tener una ideología diferente».

El ex grandeliga de los Piratas de Pittsburgh reconoció que su posición política le ayudó a acelerar el proceso para la refacción de las torres de iluminación del estadio Luis Aparicio, donde se llegó a dudar que se jugaría en la fecha inaugural por la deficiencia de sus instalaciones.

«Siempre y cuando sea para aportar, lo haré. Esto es algo que a la larga no sólo beneficiará al equipo, sino a todas las personas que usan estas instalaciones, y a los niños que las utilizarán en un futuro», subrayó. «Todo esto se logró gracias al ministro Héctor Rodríguez, quien es un muchacho joven, a quien conozco desde hace tiempo, y con quien he recorrido mucha calle».

Y es que además de ser pelotero y cantante, «El Potro» ha aprovechado sus nexos con el gobierno nacional para realizar obras sociales.

«Una de las cosas que más me enorgullece son los 1.200 niños a los que les hemos donado material deportivo», resaltó. «Me gusta la parte social. Darle herramientas a los muchachos para construir su futuro. Ojalá fuera arquitecto, para también ayudar generando más vivienda, pero soy deportista y es bueno ver el crecimiento de nuestro país en ese aspecto. Ojalá podamos seguir dando a los niños herramientas deportivas, en vez de verlos con armas y drogas».

Y a pesar de jugar en el estado con mayor oposición política en el país, el pelotero no se queja de la bienvenida que tuvo en el nido rapaz.

«El recibimiento fue grandioso. Escuchar esos gritos y ovaciones fue extraordinario. Sobre todo en mi primer turno al bate», contó. «Yo estoy tratando de aportar. Quizás la ansiedad de tratar de dar un poquito más de lo que puedo me pegó. Perdí un poquito mi swing, pero estoy mejor que al principio del año pasado, que estaba más perdido, y estoy seguro que en cualquier momento empezarán a salir los hits y empezaré a rendir».

Álvarez llegó a los rapaces tras ser dejado en libertad por Caribes de Anzoátegui, club con el que regresó al béisbol profesional, la temporada pasada, tras dos años de ausencia. Su rendimiento lo llevó a ser uno de los más fuertes rivales de Tom Evans por el premio al Regreso del Año, luego de conectar para .305, con 10 jonrones y 29 remolcadas, las dos últimas cifras topes en sus 11 temporadas en la Lvbp.

Álvarez viene de tener una sólida campaña en su retorno al béisbol venezolano, lo que demuestra que aún puede contribuir como pelotero y no vivir de sus glorias pasadas, como su corona de bateo con los Leones del Caracas en la zafra 2000-2001 (.359), o su llegada a Grandes Ligas en 2003.

Pero su reciente éxito en el plano musical parece hacer invisible para los aficionados su principal profesión.

«Mi pasión es el béisbol, es mi vida. Por mucho éxito que pueda tener en la música y la responsabilidad con mis fans, también tengo un compromiso con las Águilas del Zulia», recordó. «Ahorita estoy enfocado en el béisbol, por respeto a mis compañeros, al mánager (Jody Davis) y al dueño del equipo. Sé que puedo aportar mucho, así sea desde la banca, dando consejos y ayudando con mi experiencia, como lo he venido haciendo con «El Pollito» (Henry Rodríguez), con Amalio Díaz, y varios compañeros».

¿Y si finalmente le llega la invitación para cantar en el Mandalay Bay, de Las Vegas, en la próxima entrega del Grammy Latino, el 11 de noviembre?

«Si eso se da, bienvenido sea. ‘El Potro’ Álvarez en los Grammy Latino, ¿te imaginas? Ojalá que se dé», soltó, sin descartar una posible petición de un permiso al club para este evento. «Si se da, va a ser grandioso. Sería mi llamado a las Grandes Ligas de la música, que es algo de lo que deberían sentirse orgullosos en el país, en vez de criticarlo».

«Voy a ligarlo, y si pasa, voy a salir a cantar con algo de las Águilas», acotó. «Claro, si me lo permite el equipo».

Por: Augusto Cárdenas/Panorama

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