Por donde se vean, los números de Miguel Cabrera resaltan. Sin incluir la jornada de anoche, era el líder en cinco departamentos ofensivos de Grandes Ligas (juegos, promedio, impulsadas, bases alcanzadas y boletos intencionales), pero al revisar a fondo su desempeño, lo que ha hecho como visitante merece una mención especial.
De los 29 encuentros en los que ha participado, 27 de ellos han sido en la ruta. En esa modalidad, tiene promedio de nada menos que .429. Es el tercer mejor chocador en la visita, solo detrás de Robinson Canó de los Yanquis con .441 y Adam Rosales de los Atléticos con .438.
Es que a Cabrera le encanta hacer maletas. Tanto así, que sus 7 cuadrangulares en la campaña han sido fuera del Comerica Park de Detroit. Y dicho sea de paso, también ha producido 25 de las 30 impulsadas.
Lo del miércoles en Minnesota fue una demostración de lo que ha sido su campaña hasta ahora. Se fue de 3-3 con par de cuadrangulares, aunque no pudo evitar la caída de los Tigres por 5-4 ante los Mellizos.
Ese fue el último de una serie de tres encuentros de Detroit en el Target Field, nueva casa de Minnesota. El primera base venezolano se sintió a gusto en su primera pasantía por el lugar, puesto que en la serie, ligó de 11-7, con par de bambinazos y tres remolcadas.
Cabrera se debe frotar las manos, pues esta noche seguirá de visitante, cuando los Tigres comiencen una serie de tres encuentros en Cleveland frente a los Indios.
Ritmo inédito
En lo referente a carreras remolcadas, el ritmo que muestra Miguel Cabrera en 2010 es inédito en su desempeño de Grandes Ligas.
Así es, nunca después de los primeros 29 encuentros, el maracayero había totalizado 30 fletadas. Claro está, que ese número se debe a su oportunismo con el madero.
Con corredores en posición anotadora, liga para nada menos que .515 de promedio, con cuatro dobletes y dos cuadrangulares. Es decir, ha aprovechado al máximo las oportunidades que le han dado sus compañeros. Es que sus números se pierden de vista.
Por: José Manuel Fernández/El Universal
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