Pablo Sandoval tiene que reafirmar la gran temporada que tuvo en 2009.
Así como está en la obligación de ser selectivo con lo que come, Pablo Sandoval debe escoger mejor los envíos a los cuales les hace swing. Forma parte de su proyecto para hacerse mejor jugador en 2010. Los Gigantes de San Francisco quieren que sea más disciplinado en el plato, que vea mayor cantidad de envíos y aumente sus boletos sin dejar de ser el bateador agresivo que naturalmente es.
“Menos agresivo no tiene que ser, pero más selectivo sí”, explica Hensley Meulens, nuevo coach de bateo de la novena bahiana y sobre quien recae la responsabilidad de que Sandoval entre por el aro. Su plan es que el porteño tome al menos veinte pasaportes más que en 2009, cuando su porcentaje de embasado se ubicó en .387.
“Mientras estuve en el invierno con Margarita (como instructor de bateadores de Bravos) me di cuenta de que trataba de efectuar esos ajustes y lo hizo muy bien: creo que bateó .395 en la regular y .477 en los playoffs”, aporta Meulens.
“Agarró sus bases por bolas cuando no le querían lanzar, le hizo menos swings a pitcheos malos cuando el conteo estaba a su favor. Todo eso lo hizo bien en Venezuela”.
Meulens se dio cuenta en Scottsdale que cantar victoria tras lo visto en la LVBP era prematuro. “Aquí en el spring training tiene sólo nueve turnos (hasta antes del juego del lunes) y dos veces hizo swing al primer pitcheo cuando había una jugada de robo”, prosigue. “Ahí lo agarré y le dije: ‘Eso es de lo que estamos hablando, deja que el corredor se robe la base y así estará más cerca para que lo empujes’. Me contestó: ‘Es que el pitcheo estaba ahí’. Le respondí: no importa, estamos en entrenamiento y es en esto donde quieres mejorar. Pues hágalo”.
Poco a poco
El ex grandeliga de los Yanquis de Nueva York tuvo que volver a llamarle la atención a Sandoval por su premura al sacar el garrote.
“Tenía un conteo de tres y nada, se paraba a la derecha y le tiraron un pitcheo bajito y afuera. Le hizo swing y dio foul. Luego él mismo se hizo out con un fly al rightfield. Entonces le digo: ‘¿Ves? Eso es lo que no tienes que hacer, cuál es el apuro de tirarle a ese pitcheo en entrenamiento’. Entonces me dijo: ‘Ah, sí es verdad’. Es cosa de uno recordárselo y que él entienda. Él mismo va a agarrar esa disciplina”.
“Es agresivo naturalmente, tiene buena cobertura de toda la zona –lo que le permite dar dobles y jonrones con pitcheos malos– y no queremos que sea otro bateador. Lo que deseamos es que él identifique cuándo no lo quieren enfrentar. Y si no le quieren pitchar, que tome su boleto”, prosiguió.
El objetivo es que llegue a 75 boletos esta temporada (tomó 52 en 2009). De ese modo subirá su average, se embasará más y producirá más. Siempre le estaré diciendo: ‘Hey, dale un strike’. No quiero que vaya a agarrar strikes, sino a batear, porque eso es lo que él hace mejor que nadie en este equipo. Pero si no le quieren lanzar, que vaya a primera. Está haciendo caso, pero a veces se apresura”.
Sandoval es uno de los toleteros que ve menos envíos por turno, y eso es un mal general de los Gigantes. “No se trata de que vaya a agarrar cinco pitcheos por turno, pero sí de que vaya preparado a tirarle al que le guste”, continúa Meulens. No tienes que apurarte, tienes 700 turnos durante el año, no tiene que ser en éste”.
El criollo hace su yo pecador y sabe que ser impaciente ofende a las sagradas escrituras del bateo. Pero promete que, por ninguna circunstancia, perderá su agresividad. No dejará de ser él.
“Ser más selectivo es una de las cosas que he venido trabajando en el spring training”, reconoce. “Quiero ver uno o dos pitcheos y es ahí cuando voy a reaccionar como el Pablo que soy. He tenido turnos en los que he agarrado hasta seis lanzamientos”.
Por: Carlos Valmore Rodríguez/Líder
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