Salvador Pérez es de los mejores bateadores de la Liga Americana.
Salvador Pérez, antes de terminada la jornada de ayer, era el mejor bateador en la Liga Americana; Carlos González era el segundo mejor impulsor del viejo circuito, y no había pelotero más rendidor con el madero que Yangervis Solarte en los Yanquis de Nueva York.
“Él está bateando todo. Cuando encuentras un muchacho que es capaz de hacer contacto con toda clase de pitcheos, no hay agujeros”, expresó Kevin Long, coach de bateo de los Yanquis a la prensa de Nueva York acerca de Solarte.
Y es que el versátil jugador lidera a los mulos en los departamentos de promedio (.429), dobles (6), impulsadas (7) y OBP (.484), representando uno de los mejores arranques ofensivos entre jugadores que hayan vestido ese uniforme.
En Denver se espera mucho de lo que pueda hacer Carlos González con su bate. Él está enclavado en el centro del lineup rocalloso para traer las carreras al plato, no solo con su poder natural, sino además con sus batazos a los callejones.
El zuliano ya suma tres batazos de vuelta entera en 2014, y, si la salud le acompaña, no debería tener problemas en alcanzar los 34 que conectó en 2010, significando su tope personal. Coors Field debe ser un aliado para uno de los mejores bateadores zurdos del viejo circuito.
Con apenas 23 años, Salvador Pérez muestra toda su valía día a tras día con los Reales de Kansas City. El careta ha disparado al menos un indiscutible en siete de los ocho cotejos que ha disputado.
“Él es un pelotero realmente oportuno, que trae carreras de cualquier manera”, dijo el mánager de los Reales Ned Yost.
Un poco más lento
Miguel Cabrera no ha tenido la mejor de las partidas en esta carrera de 162 encuentros de 2014. Hasta la tarde de ayer solo sumaba tres remolques, y ocho indiscutibles en 30 veces al bate, uno de ellos fue jonrón.
Sin embargo, este arranque ha sido muy similar al de 2012, cuando su promedio tras ocho juegos era de .286, pero luego todo volvió a la normalidad y el estelar bengalí se llevó la corona de bateo.
Por: Ricardo Nieto/Líder
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