Miguel Cabrera conversó con Enlapizarra.com en Lakeland. Fotos: Luis Párraga
Miguel Cabrera es la máxima atracción en el Joker Marchant Stadium, en Lakeland, Florida, hogar del campo de entrenamiento de los Tigres de Detroit. Allí el venezolano lidera a los vigentes campeones de la División Central de la Liga Americana.
Acompañado de familiares, Cabrera comparte los últimos días de los entrenamientos primaverales con otras actividades, como pautas publicitarias, que lo hacen salir del clubhouse bengalí con un traje y sandalias.
Tan solo su paso llama la atención de los presentes, entre ellos fanáticos que llegan hasta cuatro horas antes del juego para obtener un autógrafo suyo. Al menos una sonrisa o una señal les envía, imposible atenderlos a todos, pero se muestra dispuesto y amable, sin embargo nada lo saca de su enfoque: llevar a los Tigres a la Serie Mundial.
A menos de una semana para el inicio de la temporada, Detroit luce una cara diferente. Su cuadro interior será prácticamente nuevo, incluyendo el paso de Cabrera de antesala a la inicial, amén de unas lesiones que tienen a la gerencia haciendo movimientos para conseguir un campocorto que pueda cubrir la ausencia del cubano José Iglesias.
“Hemos tenido varias bajas, que son cosas que siempre afectan al equipo. Esperemos que podamos tapar esas fallas que tenemos y tratar de mantenernos en buena forma, de estar disponibles para ayudar al equipo cada día en el terreno de juego”, afirmó Cabrera antes del juego del domingo, cuando alineó en tercera base algo que no será común en 2014 y que tiene su explicación.
Cabrera defenderá con regularidad la inicial en Detroit.
“Me siento muy bien físicamente, estoy a tope y en buen ritmo para iniciar la temporada. La idea de estar practicando en la tercera es poder darle juego a Víctor (Martínez) en la primera o como cátcher cuando nos toque jugar en los Interligas en la Liga Nacional. Tengo que hacer ajustes, serán pocos juegos los que nos tocará eso, pero hay que trabajar para tener éxito durante esos juegos, que tengamos que poner nuestra defensa así”, detalló el maracayero, quien hoy cuenta con un nuevo aliado para hacer la transición de la antesala al primer cojín.
El caraqueño Omar Vizquel es, desde esta primavera, el coach de infield y de primera de los Tigres y eso tiene muy contento a Cabrera, quien lo ve como un maestro.
“Vizquel influye muchísimo en nosotros. Además de ser un gran jugador, que si Dios quiere va a estar en el Salón de la Fama, es tremendo maestro, sabe cómo decirte las cosas y cómo enseñarte y no necesita decir muchas cosas para uno aprender, porque lo que dice llega al punto, son concretas y de esa forma podemos aprender mucho mejor”, lo definió al excampocorto que brilló en las Grandes Ligas.
Con Vizquel del lado afuera, Cabrera también cuenta con otro escudero pero dentro del line up: Víctor Martínez, quien bateará detrás de él, aunque ambos se sacan esa idea de que uno tiene que proteger al otro.
“Me siento tranquilo con el equipo que tenemos, yo pienso que dos jugadores no hacen el line up completo. Todo va a depender de que los jugadores que estén delante de nosotros se embasen, se coloquen en posición anotadora y que los que tengamos atrás también hagan su trabajo. Si cada quien hace su labor yo pienso que vamos a estar muy bien. No se trata solo de Cabrera o de Martínez, aquí cada quien tiene que producir a su manera”, aseguró el dos veces jugador Más Valioso del joven circuito.
Y es que la estructura de Detroit es otra. Con la salida de Prince Fielder y la llegada de otros elementos, la novena de la ciudad motor cambió su modelo de juego, que no será solo de poder.
“La gerencia armó un equipo diferente, que ahora será con más velocidad en el line up, trajeron jugadores que pueden embasarse y ponerse en posición anotadora con más comodidad y vamos a ver si eso nos da resultados”, afirmó con optimismo el bateador derecho, quien mantiene intactos los elementos que le llevan a esforzarse cada día, a pesar de todo lo que ya ha logrado en su carrera.
“Lo que me motiva es el amor que le tengo a la pelota, además de las ganas que tenemos de ganar una Serie Mundial, esa es mi gran motivación. Para todo pelotero lo mejor es tener la oportunidad de salir todos los días a competir y ganar la División, la Liga y llegar a la Serie Mundial”, aseveró con el compromiso que siente de ser el motor del equipo que será dirigido por Brad Ausmus.
Cabrera copa la atención en el campo de los Tigres.
Cada año para Cabrera ha sido mejor que el anterior. Sus números lo han llevado a ganar cuatro veces el Premio Luis Aparicio, que se entrega al venezolano con mejor actuación anual en la gran carpa. Esa distinción la asume con orgullo, pero avisa que van a tener que crear otro reconocimiento.
“Uno de mis mayores orgullos es tener la dicha de recibir el premio Luis Aparicio de manos de nuestro único Salón de la Fama. No juego para ser el mejor venezolano, quiero que todos los que estamos aquí (en Grandes Ligas) lo podamos ganar, porque es nuestro mayor orgullo y satisfacción, ahora lo que espero es que inventen otro premio cuando (Omar) Vizquel llegue al Salón de la Fama”, dijo al lado de Vizquel, quien lo invitaba a ver un video sobre lo que había practicado momentos en la antesala.
Su trabajo sigue. Los reflectores están puestos sobre él, quien es el mejor jugador de la Liga y que esperan en Detroit los lleve al título que todos quieren en 2014.
Gilberto González/@GilbertoGV
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