BéisbolEmpresasGrandes LigasLVBPVenezolanos

La larga espera por la (in)mortalidad del rey David

0
El Rey David brilló con el número 13 de lo Rojos.
David Concepción espera ser inmortalizado.

David Concepción espera ser inmortalizado.

Ser el capitán de una oncena donde todos los egos de superestrellas comenzaban a llegar al béisbol de las Grandes Ligas y en un equipo donde todos eran importantes en su accionar y en sus posiciones no era fácil. Ser la imagen de todos en donde hasta el manager era un hombre de béisbol desde que nació. Ese fue el primer gran premio de David Concepción cuando fue nombrado capitán de los Rojos de Cincinnati por nada más y nada menos que Sparky Anderson en 1975. También, ese sería el primer paso de la carrera inmortal del “Rey David” como le decían en su querido “Cinci”.

La espera para David comenzaría en 1994, cinco años después de retirarse del béisbol profesional, sabía que la espera era larga, teniendo por delante a hombres como Paul Molitor, Tony Gwynn, entre otros, pero no se imaginaba, que todavía hoy en el 2013, aún estuviese esperando una llamada de un pueblito llamado Cooperstown, para decir que su carrera está completamente finalizada y coronada.

Fueron 15 años de conteos de votos finales y de espera de listados para saber que tenía el 5% necesario, para que las esperanzas no se murieran al instante, 15 años viendo como salía un listado donde él no sacaba más del 25% de los votos y viendo como amigos y compañeros de campo eran llamados para ser celebrados en el mes de julio de cada año.

En 1999, el último de las 15 oportunidades seguidas, la llamada no llego, subió el porcentaje de votos, pero no fue suficiente. En el 2010, con el favor de la suerte, el Comité de Veteranos fue extendido y se le dio una oportunidad tempranera por esa vía, pero se quedó corto, solo cuatro votos lo separaron de ser llamado por sus amigos para la fiesta de julio.

El Rey David brilló con el número 13 de lo Rojos.

El Rey David brilló con el número 13 de lo Rojos.

En el 2012, la frustración y la incertidumbre (en mi opinión personal) saltarían los pensamientos de Concepción al enterarse que su alumno y sucesor en el puesto seis de los Rojos, Barry Larkin fue elevado al Salón de la Fama de la MLB primero que él.

Diciembre tras diciembre, el rey David, en la tranquilidad de su hacienda en las faldas de las cordilleras aragüeñas, en el trascurrir de la vida de campo, espera que algún familiar le diga que tiene una llamada de Cooperstown.

Esa vida de campo, que desde que se alejó del béisbol, que, a mi parecer, también lo ha alejado de esa llamada que aún no llega y que tanto él como los venezolanos que desayunamos, almorzamos y cenamos béisbol, la esperamos cada año.

David Ismael Concepción, el tigre mayor de Aragua en la década de los 70, el capitán de la Gran Maquinaria Roja de Sparky Anderson y compañía, el Mas Valioso del Juego de Estrellas de 1982, el siete veces Guante de Oro, el primer Venezolano con un contrato millonario (800 mil dólares más beneficios llegaba al millón en 1977), Salón de la Fama de la Confederación de Caribe, de sus Tigres de Aragua, del Deporte Venezolano, y de sus eternos Rojos de Cincinnati, que también le retiraron su número 13, aún espera que dentro de dos años la esperanza no esté perdida y poder celebrar con su familia, amigos y cercanos y lo más importante, estando en vida, el colofón final que complete su vida de pelotero con un plaquita de bronce en un local de un pueblito llamado Cooperstown.

Por: Saúl García

Alex Torres sería relevista en el Round Robin

Previous article

Águilas a aferrarse a la clasificación (boletín de prensa)

Next article

You may also like

Comments

Comments are closed.

More in Béisbol