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La ofensiva liquidó las aspiraciones de Águilas

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Jorge Urribarrí firmó a Alex Cabrera para La Guaira, luego lo llevó a Pastora.
La apuesta de la gerencia por Alex Cabrera no rindió resultados.

La apuesta de la gerencia por Alex Cabrera no rindió resultados.

En una serie de 16 juegos, perder cinco en fila puede ser una consecuencia lapidaria. Ese es el escenario de las Águilas del Zulia, equipo que está en la obligación de ganar el resto de sus compromisos, si quiere mantener las aspiraciones de acceder a la final del béisbol profesional venezolano.

Las acciones de las Águilas en su cadena de cinco caídas describe completamente el porqué se encuentra antes de la jornada de ayer en el último puesto de la tabla.

A excepción de la segunda derrota ante Caribes, el resto es una historia repetida: falta de oportunismo ofensivo e inconsistencias de algunas decisiones técnicas que han influido en el resultado del juego.

Luis Dorante, mánager de las Águilas, responsable de las medidas tomadas en el terreno salió al paso para dejar claro que su equipo tiene un objetivo muy claro en lo que resta del round robin: «Hay que ganar».

«No hay que bajar la cabeza», asegura Dorante. «Siento que todavía existe ánimo en el clubhouse para cambiar esto. No podemos rendirnos, hay muchas cosas que pueden suceder a nuestro favor».

Dorante tendrá que transmitirle ese entusiasmo a los bates de sus dirigidos, causa principal del descalabro zuliano. En la cadena de cinco derrotas las Águilas batean .166 (30-5) con corredores en posición anotadora, dejando 31 hombres en circulación. «Hay ansiedad de anotar y eso nos está afectando, hay ansiedad en el terreno de juego y en el home, ahora mismo les está pasando a (Ernesto Mejía) Mejía y (Alex) Cabrera, pero esas son cosas que tiene este juego».

«No hemos producido, pero seguimos trabajando en eso, no nos vamos a quedar con los brazos cruzados porque queremos salir de esto».

Bates flojos

Durante el viacrucis del equipo rapaz, del tercero al quinto puesto del lineup zuliano, batean colectivamente .207 (53-11) con apenas tres carreras remolcadas en el lapso de los cinco juegos perdidos.

Alex Cabrera ha sido una completa decepción, el refuerzo que llegó con la responsabilidad de suplir la producción de Evan Gattis apenas refleja un pobre promedio de bateo de .179 con 21 compañeros dejados en la bases.

«Ninguno de los muchachos que está aquí quiere hacer errores o poncharse, pero estamos consiente que tenemos mucha trabajo por delante y poco tiempo”.

«Trajimos a Cabrera para que con un batazo nos pueda ganar un juego, por eso seguiré insistiendo con él, sabemos que no está haciendo su trabajo, pero no sabemos lo que pueda pasar de ahora en adelante».

Con poco margen

La situación que atraviesa el club rapaz se refleja en la ansiedad que muestran sus miembros dentro del terreno de juego y el dugout.

Ciertas decisiones del cuerpo técnico han generado polémicas en la afición y en las discusiones entre los medios regionales. «Cuando las decisiones salen mal, el malo de la partida soy yo. Nosotros discutimos y manejamos todas las estrategias que se puede tomar en determinados momentos, y lo que se decide es lo mejor para el equipo».

«Hay decisiones que no han dado resultado, pero esos son los riesgo que uno tiene que tomar. Uno tiene que buscar la manera de salir de estos atolladeros y eso es lo que he estado tratando de hacer. En este trabajo unas te salen bien y otras te salen mal, yo debo escoger lo que más nos conviene».

Por: Michely Villalobos

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