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Ramos: «Me quitaban el ánimo de vivir»

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En todos los juegos, los peloteros oraron y portaron prendas por el rescate de Ramos.

Wilson Ramos regresó sano y salvo a su casa.

Wilson Ramos regresó sano y salvo a su casa.

Con muchos nervios, pero feliz de estar en libertad, el pelotero venezolano de Grandes Ligas Wilson Ramos agradeció este sábado a las autoridades venezolanas tras su rescate de este viernes por comandos de la policía. El jugador venezolano, una de las principales figuras de los Nacionales de Washington, fue liberado dos días después de que fue secuestrado. En la operación de rescate fueron detenidos cinco implicados, informaron las autoridades.

«Me siento bien, gracias a Dios contento, el trabajo que hicieron estos muchachos (los comandos) mira conmigo, súper agradecido, la verdad estoy muy nervioso todavía; pero gracias a Dios todo salió bien», dijo Ramos en declaraciones a la televisión estatal poco después de su arribo a la sede la policía judicial de la ciudad de Valencia durante la madrugada de este sábado.

Relató que vivió momentos de tensión durante un intercambio de disparos entre las autoridades y sus secuestradores.

«En el momento que me consiguieron fue de mucho nervios para mí, muchos disparos, gracias a Dios, los muchachos (los comandos) hicieron un gran trabajo», indicó.

«Me metieron en un cuarto con una cama, estuve acostado allí, fue bastante duro para mí el pensar como si iba a salir vivo primero que nada, pensar de cómo estaba mi familia, mi mamá», dijo el receptor al ser cuestionado sobre las condiciones de su cautiverio.

«Siempre estuve pidiéndole a Dios y gracias a Dios me dio el milagro de mandarme a esta gente maravillosa, que gracias a ellos estoy vivo», enfatizó.

«La verdad no sé quiénes eran las personas (sus captores), sé que son colombianos por su acento… simplemente me agarraron ahí tres tipos frente a mi casa, me trasladaron a otra camioneta y de allí me metieron al monte (una zona montañosa)», comentó.

Resaltó que los secuestradores conversaron poco con él. «Simplemente me decían que colaborara, que iban a pedir mucho real (dinero) por mí», señaló.

«No me hicieron daño físico, pero psicológicamente fue un daño muy grande el que recibí, fueron muchas palabras que me decían que me quitaban el ánimo de seguir viviendo», añadió.

Ramos en declaraciones a periodistas en Valencia afirmó que tan pronto tenga las condiciones va a retornar a los campos de béisbol de Venezuela. «Apenas me sienta bien voy a empezar a jugar y seguir dando la cara por el país en el béisbol», anunció.

El receptor de los Nacionales de Washington fue secuestrado el miércoles de la casa de su familia en un barrio de clase obrera, ubicado a las afueras de la ciudad de Valencia, del estado central de Carabobo.

«La noticia de Venezuela esta noche es tranquilizadora», dijo el gerente general de los Nacionales de Washington, Mike Rizzo, en un comunicado del equipo.

«Aunque los detalles son limitados y aún no hemos hablado directamente con Wilson, estamos encantados con los informes de que ha sido rescatado y que sano y salvo está de regreso con su familia», expresó.

«Agradecemos enormemente todas las oraciones y pensamientos de todos los que se han unido a nosotros para desearle esta conclusión sobre lo que ha sido una pesadilla de 48 horas. Estamos ansiosos por ver a Wilson y dejarle saber cuántos en todo el mundo han estado esperando esta noticia», aseveró.

El pelotero conversó telefónicamente con su madre, quien relató a la prensa que Wilson muy emocionado le comentó «que fue rescatado, que se encuentra bien, me dijo que estaba muy bien».

La familia de Wilson Ramos vivió momentos de angustia.

La familia de Wilson Ramos vivió momentos de angustia.

La madre del pelotero, María de Ramos, comentó jubilosa que «no tengo palabras. ¡Gracias a Dios primeramente, gracias a ustedes por su apoyo por los momentos que vivimos!»

Los cuerpos policiales, agregó Ramos, «hicieron su trabajo, los dejamos trabajar, en ningún momento los presionamos, estuvimos detrás de ellos, no … ellos hicieron su trabajo eficazmente».

«Pueden imaginar la emoción, lo que sintió mi corazón… mi corazón volvió a tener paz», expresó.

Milángela Ramos, hermana del pelotero, dijo que el estelar Miguel Cabrera, de los Tigres de Detroit, fue el primero en darle la noticia de la liberación, tras lo cual se comunicó con el ministro de Interior y Justicia, quien le informó que agentes policiales lo tienen en sus manos, «tu hermano está sano, tu hermano esta salvo, no tiene absolutamente nada (malo)».

Previo a los partidos del jueves de la liga venezolana, a la que el receptor tenía previsto incorporarse la semana próxima con los Tigres de Aragua, jugadores y aficionados guardaron un minuto de silencio en apoyo de Ramos y se instalaron pancartas en las que se podía leer: “Liberen a Wilson Ramos” y “Wilson estamos contigo y tu familia”.

En todos los juegos, los peloteros oraron y portaron prendas por el rescate de Ramos.

En todos los juegos, los peloteros oraron y portaron prendas por el rescate de Ramos.

Los equipos añadieron a sus uniformes bandas verdes, otros lucieron lazos verdes en el hombro y algunos exhibieron la letra «W» bordada en el pecho de las camisetas.

En Washington, algunos aficionados se congregaron la noche del viernes frente al Nationals Park, el estadio donde juega el equipo de Ramos.

En Washington aficionados llevaron letreros que decían “Liberen al No. 3”.

En Washington aficionados llevaron letreros que decían “Liberen al No. 3”.

Algunos llevaban letreros que decían “Liberen al No. 3” en referencia al número en el uniforme de Ramos. La concentración fue organizada por aficionados mediante sitios sociales como Twitter.

Las autoridades dijeron el jueves que en una localidad cercana habían encontrado abandonado un vehículo todo terreno robado que fue utilizado por los secuestradores.

Directivos de las Grandes Ligas dijeron que hasta donde recordaban se trataba del primer secuestro de un pelotero de las mayores.

Ramos, considerado como uno de los jóvenes pilares de los Nacionales Washington, es uno de los 87 venezolanos que el 2011 jugaron en el béisbol de Grandes Ligas.

En su primera campaña completa en las mayores, bateó .267 con 15 jonrones y 52 remolcadas en 113 partidos.

El auge delictivo se ha convertido en uno de los problemas más agudos para los jugadores y sus familias, quienes se han visto afectados por la creciente ola de secuestros.

En años recientes se ha registrado un aumento considerable en los secuestros en Venezuela, que subieron de 52 en 1998 a 618 en el 2009, según las cifras de las autoridades. El número real es al parecer mucho más grande, pues la mayoría de las personas afectadas no los denuncian debido a temores por su seguridad.

Vía: AP

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