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Abreu: «Este es el año del anillo»

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El toletero zurdo está contento con los Angelinos.
El toletero zurdo está contento con los Angelinos.

El toletero zurdo está contento con los Angelinos.

Hace un año Bob Abreu era presa del desconcierto. No podía entender por qué, luego de remolcar 100 carreras y anotar otras tantas con los Yanquis de Nueva York en 2008, sólo había podido firmar un magro contrato de última hora con los Angelinos de Los Ángeles por un año y 5 millones de dólares.

“No era lo que se esperaba”, dijo en una rueda de prensa ofrecida el 14 de febrero. “Hubo un momento en que me preocupé: ¿será que no voy a conseguir trabajo?”.

Este receso de temporada fue diametralmente opuesto. Abreu logró reivindicarse al ofrecerle a los serafines unos números que por momentos lo hicieron candidato al Más Valioso de la Liga Americana.

Ahora hay empleo seguro por dos años y un salario acorde con sus expectativas. “Es totalmente diferente”, expresa vía telefónica el patrullero aragüeño, que consume sus últimos días de vacaciones. La semana que viene tiene que reportarse al campo de entrenamiento de los celestiales. “Hace un año estaba preocupado”, ratifica el outfielder.

“Había una pequeña incertidumbre porque no conseguía trabajo. Esta vez tengo un contrato garantizado por dos años, lo que me permite estar más concentrado en lo que tengo que hacer. En aquel momento esa incertidumbre perturbaba mis vacaciones”.

Lo que sí no cambió fue la rutina de ejercicios de Abreu. Durante la final de la zafra 2008-2009 se le pudo ver trotar en el estadio Universitario al filo del amanecer. Mantenía un programa de ejercicios con el profesor Rafael Álvarez. “La rutina física fue igual ahora”, describe.

“Mantuve la misma intensidad para mantener mi cuerpo. Recuerda que en el beisbol uno depende de él, así que no paré de trabajar. Más bien en estos últimos años, sobre todo los dos últimos, uno tiene que esforzarse más, porque te das cuenta de que no es lo mismo que cuando uno tenía 21 años. Hace dos temporadas empecé a notar que ya no era igual, así que empecé a trabajar más fuerte. Gracias a Dios, eso me ha permitido mantenerme en condiciones”.

Este es el año

Abreu suspira por ese anillo de Serie Mundial que sigue sin llegar tras catorce zafras en las mayores. En 2009 se acercó como nunca antes, cuando los Angelinos llegaron a la Serie de Campeonato. Lamentablemente para el criollo, los querubines se cayeron de la nube al caer ante los Yanquis.

“Definitivamente, este es el año de colocarse ese anillo de Serie Mundial, de celebrarlo”, avizora. “Despertó la química dentro de este equipo, se reventó el tabú de que Boston siempre nos ganaba en los playoffs”.

Abreu puede lograr metas importantes en el venidero torneo del circo máximo. Si lucha en 150 batallas empatará a Willie Mays en su marca de trece campañas al hilo con al menos centena y media de partidos jugados. Con 17 dobles aterrizará en los 500 de por vida. Con dos estafas subirá a 350. Puede volver a colocar su promedio de por vida en .300 (hoy es de .299). Entre todos esos objetivos, ¿cuál es el más caro para él? “Todos”, dice, y ríe. “Todos son importantes, pues mis números son globales”.

Hay otras obligaciones que se traza. “Aparte de mantenerme saludable, lo que busco es superar los números del año pasado, aumentar el average, incrementar mi producción. Creo que tengo buenas oportunidades de empujar 100 carreras, pues, aunque no está Chone Figgins, sí se mantienen Erick Aybar y Máicer Izturis, que van a estar en circulación”.

Se siente con números para que lo evalúen como inmortal

Abreu es un toletero integral y consistente. Todos los años se embasa con frecuencia, remolca elevadas cuotas de carreras, anota otras tantas, da jonrones. A estas alturas, sus estadísticas empiezan a acercarse a las del lote de los inmortales.

A los 35 años de edad (quiere jugar hasta los 40) el jardinero partirá con 2.111 hits, se aproxima a los 500 dobles y pudiera despedirse con 600, avanza hacia los 350 jonrones y de mantener su paso actual en los últimos años cerraría con 1.500 empujadas, un promedio cercano a .300 y un porcentaje de embasado superior a .400 y más de .490 de slugging.

“Yo a mis números los veo bien. Son comparables con muchos de los que están en el Salón de la Fama. El año pasado entré al grupo de los que tienen 1.000 empujadas, 1.000 anotadas, 250 jonrones y 2.000 hits. Eran sólo cinco, cuatro de los cuales están en el Salón de la Fama, y el otro es Craig Biggio, que va a entrar. Así que no veo por qué no tendría yo la oportunidad, no creo que sea una locura”.

El hombre y sus zapatos

La vida de Bob Abreu no acaba en el noveno inning, hay otras cosas después del beisbol. Tiene un sello disquero y ahora anda con su línea de zapatos Btop, con los que se calzará en 2010. “Lo hice en 2009 y algunos de mis compañeros también los usaron”, dijo Abreu en un contacto telefónico organizado por René Rincón, su enlace con los medios de comunicación venezolanos.

“Son unos zapatos hechos en Asia que ya van a estar a disposición del público acá”. Abreu ha tomado 1.254 boletos en su carrera, así que para nada es novedoso que pasara por bolas la pregunta sobre el partido de softbol protagonizado por el presidente Hugo Chávez y varios peloteros profesionales, grandeligas incluidos. “No sé, no estaba aquí”.

Vía: Líder/Carlos Valmore Rodríguez

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