Darin Mastroianni es la bujía de la ofensiva rapaz.
Águilas del Zulia asumirá su serie de fin de semana ante Tiburones de La Guaira con un nuevo ambiente en su clubhouse. Luego de alcanzar por primera vez en el año tres triunfos consecutivos, los rapaces ascendieron al sexto lugar de la clasificación y estaban a dos juegos y medio del comodín.
“Creo que todos estamos jugando un poco mejor en los últimos días. El pitcheo ha estado impresionante, hemos jugado buena defensa y estamos consiguiendo los hits importantes que no conseguíamos antes”, destacó Darin Mastroianni.
El norteamericano se ha embasado en 13 juegos de manera consecutiva, pisando el plato en los últimos nueve, pero no empezó a mostrar el nivel del año pasado hasta que recibió descanso el pasado domingo, cuando Lipso Nava asumió el mando en sustitución de Mako Oliveras.
Desde entonces, el jardinero batea de 8-5 (.625), con tres anotadas y par de robos, además que ha disparado hits en sus últimos cuatro choques para elevar considerablemente su promedio de .209 a .276.
“No nos estaban saliendo los hits en las últimas dos semanas y empezamos a conseguirlos”, subrayó. “Como primer bate es parte de mi trabajo encender la ofensiva y estoy complacido de poder hacerlo en las últimas dos noches”.
“Me siento mejor. De hecho, he conseguido más hits en los últimos dos juegos que los que tenía en las pasadas dos semanas”, bromeó.
Aunque no está muy lejos de la realidad. En los pasados 15 juegos sólo tenía 11 imparables y en los recientes dos casi suma la mitad.
“Ahora estoy haciendo swings a pitcheos en la zona, salgo al terreno a divertirme, a correr en las bases y estoy empezando a sentirme como el año pasado”, resaltó. “ Me siento más libre. Siento que estoy haciendo lo que quiero en el plato”.
Con el cambio de mánager y la llegada de nuevos jardineros, como Colin Curtis y Dan Brewer, Mastroianni temía correr con la misma suerte de los despedidos Brian Dopirak y Seth Bynum.
“Estoy aquí para ayudar al equipo a ganar y obviamente no estaba haciendo eso”, reconoció, sin sentirse aún tranquilo. “Están trayendo más jugadores y es su decisión. Yo quiero quedarme por el resto del año. No quiero irme, ojalá decidan mantenerme. Sé que puedo jugar mejor”.
Pero las palabras del propio Nava pueden darle tranquilidad.
“Espero que sea la bujía y sea el catalizador. Es sumamente clave que él se caliente y contagie a los demás”, dijo el estratega sobre Mastroianni. “Es un hombre que tiene las herramientas para embasarse, ya la confianza la está teniendo, y ojalá que sea esa clave para que el equipo termine de despertar totalmente”.
El importado admitió que el club no tenía identidad hasta que Nava les cambió la cara.
“Creo que en los últimos tres juegos hay que darle crédito a Lipso por dejarnos ser nosotros mismos”, afirmó. Siento que no teníamos identidad en las primeras dos semanas de la temporada y ahora estamos siendo nosotros mismos”.
“Nos estamos divirtiendo en el terreno. Cuando anotamos alguna carrera todos estamos saltando del dugout y antes sentíamos como miedo de ser nosotros mismos”, continuó. “Somos un equipo divertido, nos gusta divertirnos, escuchar mucha música en el clubhouse. Estamos empezando a ser así y Lipso tiene mucho crédito en eso”.
Bujía
El año pasado, Darin Mastroianni promedió .365 antes de lesionarse el pulgar y abandonar el club en diciembre. Mientras actuó, los rapaces tuvieron marca de 21-15. Después del 1 de diciembre culminaron con registro de 14-13, por lo que su rendimiento es clave en el accionar de las Águilas.
Por: Augusto Cárdenas/Panorama
