El zurdo Johan Santana es uno de los líderes de la manada venezolana.
Con un solo jugador venezolano que en los próximos días reciba una invitación a spring training se superará el tope de migración nacional a los entrenamientos de Grandes Ligas. En este momento hay 131 criollos convocados a las maniobras prebélicas de las mayores, la misma cifra con la que se iniciaron las prácticas en 2009 y que a su vez superó el techo histórico de 130 que se produjo en 2008.
Manadas de compatriotas buscan en Florida y Arizona el sueño americano, 93 de los cuales están amparados en el róster de 40. Los 38 restantes van a la búsqueda de que una ventana se abra para ellos.
Pittsburgh es el mayor consulado venezolano en la primavera, al menos hasta ahora nueve conciudadanos se congregarán en Bradenton, Florida, sin contar a técnicos como Carlos García, que será el coach de primera de los Piratas.
Ninguno de ellos es un grandeliga establecido, pero Ronny Cedeño, José Ascanio, Ronald Uviedo, Argenis Díaz, José Tábata, Wilfredo Ledezma, Jean Machí y Héctor Giménez dejarán la piel con tal de consolidarse o de iniciarse. Cedeño se perfila como el torpedero titular, mientras que Tábata persigue convencer a los bucaneros de que puede ocupar la pradera derecha.
Con San Luis apenas habrá un criollo, el prospecto de los Tigres de Aragua Eduardo Sánchez, quien está invitado.
Por un lado están los mismos de siempre, los que van al spring training a tonificar la musculatura sin el estrés de tener que demostrar nada en los partidos de exhibición: ahí están las estrellas como Johan Santana, Miguel Cabrera, Francisco Rodríguez, Víctor Martínez, Carlos Zambrano, Pablo Sandoval, Magglio Ordóñez, Bob Abreu, Celestino López, Félix Hernández.
Otros apuntan hacia la consolidación, como Asdrúbal Cabrera, Marco Scutaro, Elvis Andrus, Carlos González, Gerardo Parra, Alberto Callaspo, Miguel Montero, Martín Prado, Ronald Belisario. Otros se aferran a una esperanza, como Grégor Blanco, Oscar Salazar, Jesús Guzmán.
Unos cuantos de la pandilla tendrán que acostumbrarse a otro uniforme, el más prominente de ellos Omar Vizquel, que va a su vigésima segunda campaña en las mayores, pero la primera sin su número 13, pues está llegando a los Medias Blancas, donde el 13 le pertenece a Oswaldo Guillén.
Él usará el 11 de Luis Aparicio, que estaba retirado desde 1984. Melvin Mora experimentará en Colorado luego de más de una década en Baltimore, mientras Kelvim Escobar deshace el equipaje en los Mets de Nueva York y Carlos Silva en los Cachorros de Chicago. Marco Scutaro se estrenará en el Fenway Park y Álex González en el Rogers Centre. Ahora hay que esperar por el 132.
Un grupo busca su estreno como ligamayoristas
El contador de venezolanos que han jugado en Grandes Ligas se detuvo en 243 el año pasado, cuando Jhoulys Chacín hizo el grado. Este año el total podría llegar a 250 si, como se espera, algunos prospectos principales reciben el llamado al equipo grande.
Entre los que encabezan la lista de posibles debutantes están lanzadores como Héctor Rondón, candidato a formar parte de la rotación de los Indios de Cleveland. Sus compañeros Yohan Pino y Jeanmar Gómez también pudieran recibir su bautizo.
Este debe ser el año de Jesús Montero de los Yanquis de Nueva York. José Tábata persigue debutar con los Piratas de Pittsburgh y Wilson Ramos con los Mellizos de Minnesota. También hay peloteros pocos conocidos en la lista, entre ellos Eduardo Sánchez, Armando Zerpa y Miguel González.
Vía: Líder en deportes
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