El toletero de los felinos cumplió una rehabilitación en el invierno.
Miguel Cabrera ligó vuelacercas en el partido extra para definir el campeón de la división central de la Liga Americana en 2009; sin embargo no pudo evitar la caída de los Tigres y la imagen con la que más probablemente asocien los fanáticos de Detroit con el venezolano, corresponda al escándalo que precedió el último encuentro.
Hoy el criollo asume una nueva etapa en la que intentará reivindicarse.
“Miguel es la última de mis preocupaciones. Estuvo increíble en el festival de fanáticos, respondió a cada pregunta de los fanáticos y estoy consciente de que trabajó muy duro durante el receso invernal en su rehabilitación”, afirmó el mánager Jim Leyland acerca de sus expectativas con el criollo. “A lo mejor no vamos a producir muchas carreras pero no será por culpa de él”.
Es cierto, los batazos no fueron la imagen que dañó la figura de Cabrera, pues lideró a su equipo en 2009 en los renglones de: promedio (.324), jonrones (34), dobles (34), impulsadas (103), porcentaje de embasado (.396) y slugging (.547), entre los bengalíes con 100 o más turnos. Lo que derrumbó la idolatría de muchos fanáticos fue el hecho de haber sido detenido con acusaciones de exceso de alcohol y violencia doméstica.
Durante el invierno, Cabrera se sometió a un programa de rehabilitación para ayudarlo a solventar los problemas personales. En el receso de temporada, Cabrera complementó sus entrenamientos físicos habituales con charlas y visitas al psicólogo para tratar su situación.
Más recientemente Andrés Galarraga se refirió a su posible contratación como mentor de Miguel Cabrera durante el spring trainning.
“Miguel está interesado en que yo continúe ayudándolo y Dombrowski (Dave) y Leyland (Jim) están interesados en que yo trabaje con ellos durante los campos de entrenamiento”, apuntó El “Gato” en días recientes, una versión que ha sido difundida por la prensa de Detroit y que la gerencia selvática no ha negado.
Galarraga y Cabrera ya trabajaron juntos en la edición pasada del Clásico Mundial de Beisbol, donde Galarraga fungió como técnico del equipo venezolano y Miguel expresó sentirse satisfecho con los consejos proporcionados por su compatriota
Un año particular
Cuando Jim Leyland hablaba de los problemas ofensivos que podría tener Detroit, lo decía por las ausencias de Curtis Granderson y Plácido Polanco, dos de las figuras que perdieron en invierno. Ahí cobra más importancia la figura de Miguel Cabrera y su capacidad de repetir una zafra como la de 2009.
Otros se redimirán en el norte de Chicago
En otra ciudad del centro de Estados Unidos, Chicago, dos venezolanos también tienen la misión de retomar la confianza de los fanáticos de los Cachorros. Carlos Zambrano y Carlos Silva formarán parte de la rotación de los oseznos y ambos coinciden en haber venido de malos años.
El “Toro” no tuvo una mala cosecha; más bien, discreta sería la palabra, al dejar marca de 9-7, con un porcentaje de carreras limpias admitidas de 3.77 y 152 guillotinados en 169.1 entradas.
Silva llegó a la ciudad de los vientos este año vía Seattle y deberá justificar su salario de 11 millones y medio de dólares, tras una temporada en la que una lesión lo dejó lanzar apenas 8 encuentros, en los que dejó PCL de 8.60.
Vía: Líder en deportes
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